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El meg se acercaba hacia ellas, pero eso poco le estaba importando a Jisoo, ella seguía forcejeando por abrir la rejilla para intentar sacar a Jennie, pero esta estaba completamente atorada.

Jennie la miró y puso su mano sobre la rejilla que las separaba.

—Tienes... Tienes que irte —cada vez se le dificultaba hablar, le quedaba muy poco aire—. Jisoo... vete, es demasiado... peligroso.

—¡Resiste Jennie, por favor! —Jisoo se rehusaba a abandonarla.

Al final la castaña se desmayó cayendo hasta el final de la jaula.

¡Jisoo, la polea cayó al agua!, ¡Las va arrastrar al fondo, date prisa! —anunció Seulgi.

Indispuesta a dejarla morir, nadó un poco más al fondo para llegar al otro extremo de la jaula para intentar abrirla por ahí.

Para suerte de ellas el meg se distrajo con la trampa que el equipo había armando con la segunda polea, dando tiempo suficiente a Jisoo de sacar finalmente a Jennie.

La tomó de la cintura y comenzó a subir a la superficie, tratando de darse prisa al divisar al meg volviendo hacia ellas.

Jisoo abrazó con fuerza a Jennie y cerró los ojos esperando lo peor, cuando el inesperadamente el meg empezó a asfixiarse

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Jisoo abrazó con fuerza a Jennie y cerró los ojos esperando lo peor, cuando el inesperadamente el meg empezó a asfixiarse.

La rescatista abrió los ojos al darse cuenta que aún vivía para observar al tiburón con confusión hasta recordar lo que pasó.

¡El veneno hizo efecto después de varios minutos y ahora estaba muriendo!

No dudó en aprovechar esa oportunidad y subió a la superficie alertando a sus compañeros.

—¡Por aquí!, ¡Lancen una soga! —les hizo señas con su mano libre.

Una vez subiendo al bote, el médico tomó el pulso de la biología, preocupado por que no respiraba. En el momento de darle respiración boca a boca, Jisoo lo empujó y se la dió ella misma realizando las maniobras de RCP.

Todos estaban preocupados porque la castaña seguía sin respirar o abrir los ojos, pero los más aturdidos eran Mingyu y la desesperada Jisoo que hacía lo posible para despertarla.

—Vamos Jennie, tu puedes —murmuraba haciendo las compresiones sobre su pecho— ¡No puedes morir!, ¡Se lo prometí a tu hija!

Sin embargo nada parecía estar funcionando… Jennie no respiraba.









[...]

Lentamente sus ojos se abrieron, siendo el rostro de alivio de su padre lo primero que vio.

Después de un par de horas por fin había despertado.

Intentó levantarse, pero Kai la tomó de los hombros y la ayudó a enderezarse de manera más lenta y suave.

—Wow, tranquila Jen —le sonrió cálido—. Estuviste muerta tan solo un momento.

Eɴ ʟᴏ ᴘʀᴏғᴜɴᴅᴏ [Jᴇɴsᴏᴏ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora