Eɴ ʟᴏ ᴘʀᴏғᴜɴᴅᴏ [Jᴇɴsᴏᴏ]

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Luego de una persecución infantil, Jisoo hizo prometer a Irene dejar de hacerle burlas respecto a su vida amorosa junto a Tae. Pero claro Jisoo fue ingenua porque no se dio cuenta que su ex había cruzado los dedos y ya le había platicado todo a su amigo. Simplemente ambos estaban esperando el momento perfecto para molestarla.

Ya todos estaban listos nuevamente en el cuarto de comunicaciones.

—Bien chicos. Es hora de la revancha. Meg vs Humanos —sonrió Jisoo—. Ya tengo una idea de que podemos hacer, pero deberán ser valientes.

—Cuenta conmigo —sonrió Irene.

Ella nunca tuvo problema con el peligro y por ello es que se hizo gran amiga de Jisoo. Ambas compartían ese gusto por la aventura y eso las hacía las mejores amigas.

—Y conmigo —se apresuró a decir Jennie tomando su mano.

A pesar de ser correspondida por Jisoo, aún tenía sus dudas sobre cómo Irene se sentía hacia su ex. Según ella, solo era precauciones que toda madre soltera tomaba cada que encontraba una pareja fiel y esta se llevaba ridículamente bien con su ex.

Jisoo le sonrió a Jennie depositando un tierno beso en su mejilla, ganando una sonrisa boba de parte de la bióloga marina.

Después miró a Taehyung en busca de la afirmación de su amigo.

—Sabes que somos un equipo Chikin —aseguró—. Somos el trío Kim-Bae-Kim —abrazó por los hombros a sus dos mejores amigas de la infancia.

Irene y Jisoo chocaron los puños con él para después formar el sonido de una explosión

—¿Tú qué dices Manobal? —miraron a la tailandesa

—Diría que es un buen día para pescar —sonrió completamente feliz de tener a Rosie a su lado dándole caricias en su rostro.

Le estaba aplicando un poco de pomada sobre sus rojizas mejillas marcadas por las bofetadas que en su momento se pasaron desapercibidas con toda la sangre de ballena.

—¿Y tú, pelirroja?

—No dejaré que Lisa haga otra tontería que ponga en juego su vida de nuevo —terminó de aplicar pomada en las mejillas de Lisa—. Todos ustedes son unos locos suicidas, obviamente tengo que ir a cuidarlos, bola de inmaduros.

La tailandesa rió nerviosa. Al parecer la australiana seguía algo resentida por haberse ido de esa forma sin decirle la verdad.

—Rosie.

—¿Qué? —sono algo fría.

—Y si en vez de desquitarte con mis mejillas, ¿Te desquitas con mis labios? Ya estoy limpia —le sonrió.

Rosé gruñó por la encantadora y adorable cara que le hizo, así que tomó de la playera a Lisa y la besó ignorando a las vacas de sus compañeros que silbaban y decían wuuu.

—No vuelvas a hacer eso o voy a darte un paliza —la abrazó ocultando su rostro en el cuello.

Lisa quedó embobada siendo a penas capaz de corresponderle el abrazo. Su linda pelirroja era una intensa, mal humorada y sarcástica, pero hermosa, sincera muy inteligente mujer por la que arriesgaría todo un sin fin de veces solo por verla bien.

—Menos mal. Ya era hora de que Rosé se consiguiera a alguien. Creí que moriría soltera —habló Seulgi.

Ella había sido víctima de su sarcasmo incontables veces, solo esperaba que con alguien a su lado dejara de ser así de sarcástica o al menos su burlas disminuyeran.

Rosé le mostró el dedo corazón sin mirarla ni separarse de Lisa haciendo reír a los demás.

—Hey, que hay niños presentes —Seulgi usó a Lia como arma—. Jennie regáñala por enseñarle malos actos a tu hija.