No pudo hacer nada. Pasar tres días haciendo las maletas y empacando todas sus pertenencias no sirvió de nada, ni las excusas de que la gata necesitaba ser vacunada o el pez preparado para el viaje, absolutamente nada funcionó. Steve ve con mucho pesar la ciudad donde pasará los siguientes años de su vida por la ventana del avión. Al menos le parece un lugar bonito, con edificios iluminados y carros avanzando por cada calle visible. Cada vez falta menos para el aterrizaje y sus nervios crecen más y más. Nunca le han gustado los aviones, mucho menos despegar o aterrizar, cuando hay más probabilidad de estrellarse. Su madre parece darse cuenta de ello porque agarra su mano y la acaricia con ternura.
⎯Cariño, estás temblando... ⎯Su voz sonaba llena de preocupación. No había notado que además de su corazón acelerado, también había empezado a temblar. Negó con la cabeza y saco su mano de debajo de la de su madre.
⎯Mamá, por favor, ya no soy un niño para que me agarres de la mano. No estoy temblando, estoy bien ⎯Intentó sonar lo menos molesto posible, realmente no quería hacerla sentir mal, pero ha estado irritado durante todo el viaje y no pudo evitar la molestia en sus palabras. Odia todo lo que está sucediendo en su vida por los momentos, y que venga su madre a tratarlo como un niño, algo que detesta, no mejorará su ánimo. Ella lo miró intentado disimular su mueca de dolor y no dijo nada más ni trató de calmarlo.
⎯Que estés molesto no te da razón para tratar mal a tu madre. Sólo trata de ayudarte, y tú sigues con esa actitud infantil que no te va a llevar a ningún lado ⎯Sentado del otro lado de su madre estaba su padre, que distinto a ella, no soporta el humor que él ha estado teniendo todos estos meses y se la pasa regañándolo. Ignorándolos completamente se volteó y siguió mirando por la ventana. Se puso sus audífonos con música a todo volumen para no seguir escuchando sus regaños. Al menos su pequeña discusión sirvió para calmar un poco sus nervios.
○
La llegada a su nueva casa fue más tranquila. No hubo más regaños ni peleas. Tampoco hubo problemas al aterrizar o al bajarse del avión. Contrataron un camión para ayudarlos a llevar todo su equipaje y las cajas con sus pertenencias a la casa, no era tanto ya que vendieron muchos de sus muebles junto con su antigua propiedad, solo llevaban bienes importantes como la vajilla que la abuela le regaló a su madre y ese tipo de cosas. La propiedad que compraron allí venía amueblada, costó más dinero, pero al vender prácticamente todo lo que tenían podían permitírselo. Después de dejar todas sus cosas y que el camión de la mudanza se fuera, sus padres le indicaron cuál sería su habitación. Está estaba en el segundo piso y no era gigante pero tampoco muy pequeña, tenía una cama, un escritorio con su respectiva silla y un armario con gavetas para meter su ropa y sus cosas. Al verla, no pudo evitar compararla con su antigua habitación, que estaba llena de vida y color. Está, al contrario, se sentía vacía y sin alma.
Su gatita, Julie, lo siguió hasta allí y al darse cuenta sonrió débilmente y la cargó en sus brazos mientras se sentaba en la cama. Acarició sus orejas con mucha delicadeza y se recostó en la cama aún con ella encima, la puso en su pecho mientras ella lo miraba con curiosidad.
⎯Debes sentirte igual que yo, ¿verdad? ⎯Desde hace ya tiempo él tenía la costumbre de hablarle a Julie. Por muy extraño que parezca, las miradas que ella le daba le hacían pensar que sí podía entenderlo. Para Steve, las únicas personas que lo entendían eran ella, Paul y su pez Bobby. Ella maulló, dándole a entender que tenía razón en su pensamiento. ⎯Al menos te tengo a ti y a Bobby, aunque no esté Paul, seremos nosotros tres contra el mundo ⎯Mencionar a Paul le hizo recordar que le prometió avisarle de alguna forma en cuanto llegara y todavía no lo hacía, así que saco su teléfono y marcó su número. Todavía mantiene su antigua línea, así que según él no importa que estén en países distintos. Por un segundo pensó que no contestaría, ya que solo se escuchaba el molesto beep, pero tras unos segundos de silencio la voz de su amigo se escuchó perfectamente.
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Nuevos comienzos [BL]
RomanceIniciar una nueva vida en otro lugar no será fácil. Steve lo sabe, pero ya se resignó a ello. Al menos está seguro de que siempre tendrá a Paul a su lado, a pesar de la distancia y los kilómetros. Estaba convencido de que el tiempo que pasará allí s...