Capítulo 7

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Lo único predecible de la vida, es que era impredecible.

O al menos eso pensaba Hermione en estos momentos.

Se encontraba en medio de la sala común, con un montón de libros y hojas a su alrededor, como ya era usual. Los últimos días habían sido una montaña rusa para ella, tanto a nivel académico como personal.

Pero estaba bien, tal vez mejor que nunca.

Una pequeña ráfaga de confianza había crecido en ella... Y si era honesta, no sabía aún qué hacer con ella, pero no había problema.

Si algo había aprendido estas últimas semanas es que los cambios eran oportunidades.

—¿Qué es lo que tienes ahí?

Hermione alzó la mirada de su texto.

Por supuesto, se trataba de Fred y George.

Sólo ellos dos se atreverían a interrumpirla cuando estaba tan ensimismada en sus asuntos, ni siquiera Harry y Ron se atrevían a hacerlo. Aunque tampoco le importaba mucho.

—Nada importante —respondió Hermione encogiéndose de hombros —. Textos, libros y anotaciones, algunas son para los próximos sortilegios y otros para las clases. Estoy muy atrasada con todos los deberes...

—Suena aburrido —comentó abruptamente George.

Enseguida Fred le dio un codazo que casi le sacó todo el aire a su gemelo, a lo que George le respondió con lo mismo.

Hermione tuvo que contenerse para no reír ante la escena. Usualmente se habría molestado ante el comentario, pero incluso ella estaba un poco cansada si era honesta.

—Está bien, tienes razón —admitió Hermione sonriendo levemente—. Si es un poco aburrido, pero alguien tiene que hacerlo, ¿no?

Ante este comentario, Fred le miró con curiosidad, como si con sus ojos le estuviera haciendo una pregunta.

Hermione sonrió.

Últimamente ambos habían adquirido la costumbre de comunicarse con simples miradas. Al inicio le había parecido raro, pero tenía que admitir que era más fácil y divertido que usar palabras; aunque sólo funcionaba para las cosas más básicas.

¿De verdad admites que es aburrido? —parecían decir Fred con sus ojos.

Tampoco exageres —parecía decir la mirada de ella. A lo que Fred sonrió.

George los miró a ambos con sospecha, aunque prefirió no decir nada. No era la primera vez que ambos se perdían en su mundo y lo dejaban de lado estando él presente, pero eso sería tema para después.

Ya luego cobraría su venganza.

De repente, antes de que alguno pudiera replicar, un sonido abrupto hizo que todos se voltearan hacia la entrada de la sala común.

A lo lejos pudieron distinguir a un niño y una niña respectivamente: Tim y Lucy. Ambos eran jóvenes de primer año que conocían perfectamente porque siempre estaban cerca de las chimeneas estudiando.

No había nada inusual respecto a ellos, excepto por el hecho de que Tim había entrado a la sala común llorando.

—Ay no, no otra vez... —murmuró George negando con la cabeza.

Fred soltó un suspiro, sabía muy bien de qué se trataba.

Aquí vamos...

Una simple mirada suya fue más que suficiente para que los tres se levantaran y se encaminaran hacia ellos.

Creo En Ti  «FredxHermione»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora