𝐒𝐢𝐞𝐭𝐞

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Vernon se estaba arrepintiendo de haberle dicho a Seungkwan que cualquier cosa que él pidiera se lo daría. No es que haya hecho algo molesto pero el menor comió tantos dulces que ahora no dejaba de hablar, saltar y reír. No es como si esto le molestara a Vernon, pero Seungkwan no dejaba de hablar de Mingyu y Seokmin y Vernon estaba realmente celoso.

No estaba celoso de su amistad, lo estaba por la forma en la que los ojos de Seungkwan brillaban cada vez mencionaba algo de sus amigos, incluso incluso su gatito o su perro. Dios, Vernon pensaba que podía quedarse escucharlo hablar todo el día sin cansarse.

—Hansolie~

—¿Qué pasa, Boo?

Las mejillas del menor se pintaron de un color melocotón suave y Vernon casi las pellizcas del impulso que sintió.

—¿Crees que podamos comer helado?

Vernon quería negarse, por supuesto, el menor se había comido ya una bolsa de caramelos y estaba que casi caminaba por las paredes pero la sonrisa que le dio mientras sus manos se juntaban y se balanceaba sobre sus pies fue demasiado para el corazón de Hansol, él simplemente no podía negarse a esa persona tan bonita y tierna. Sería un pecado.

—Por supuesto, Kwannie.

El chillido que soltó el menor llamó la atención de varios de su alrededor que lo miraron extrañado, Hansol solo pudo ignorar eso y devolverle el abrazo que el de mejillas coloradas le daba, antes de darle un beso en la cabeza.

—Ya vengo, espérame en ese banco.

—¡De vainilla Hansolie! ¡Sí Sí!

Seungkwan asintió marchando mientras daba saltitos y vueltas al banco, demasiado tierno para el corazón de Chwe.

Seungkwan miró sus pies mientras esperaba a Vernon, con las mejillas semi coloradas, con una sonrisa en la cara, si Seokmin lo viera, le haría miles de fotos ahora mismo. Estaba demasiado embelesado mirando sus pequeños zapatos que tenían un dibujo de un gatito, (cortesía de Mingyu), que no sintió al pequeño grupo de 4 chicos rodearlo.

—Tú, maricón.

Seungkwan levantó la mirada confundido, ¿le hablaban a él?

—¿Me hablas a mi?— El de ropa de gato ladeo la cabeza mientras ponía su boca en forma de pico, inconscientemente.

—¿Acaso hay otro maricón aquí?

Seungkwan estaba confundido, ¿por qué unas personas que no conocía de nada le hablaban de esa manera? Trato de ignorarlos levantándose del banco para ir a la fila con Vernon pero le fue imposible.

—Te estoy hablando.

Seungkwan odiaba la violencia, odiaba los gritos, la gente grosera, y que aquel chico le haya empujado le molestaba a mil, pero no quería decir nada, tenía demasiado miedo como para enfrentarse a esos 4 chicos quienes les sacaban casi 2 cabezas.

—Déjame en paz.

Uno de los chicos se rió antes de acercarse más a él; en ese momento solo quería llorar mientras abrazaba a su gato y su perrito, si tenía miedo y casi se pipí.

—¿Qué creen que están haciendo?

Seungkwan casi llora al ver a Vernon con dos helados mientras miraba de mala manera aquellos 4 chicos.

—No es tu problema.

—Sí es mi problema si al chico que molestas es mi novio.

Las mejillas de Seungkwan brillaban, el rojo se hizo más intenso y su mirada fue a parar a sus manos avergonzado.

—Otro maricón.

Vernon realmente se estaba conteniendo, no le gustaba la violencia pero si tenía que usarla no temía en hacerlo.

—Si vuelves a dirigirte a mi novio, te juro que las palabras que estas diciendo entrarán por dónde no te brilla el sol.

Vernon gruñó mientras se acercaba a Seungkwan, este tomó su helado y Vernon tomó su otra mano para salir de ahí antes de que golpeara a alguien.

—Hansolie~ ¡Hyung, gracias! Casi me hago pipí ahí mismo, estaba muy asustado Vernonie.— Vernon acarició su cabello mientras el otro hablaba sin parar. Eran tan diferentes pero se completaban tan bien.

—Hansolie va a estar aquí siempre para protegerte, Kwannie.

Vernon realmente pensaba que iba a morir de ternura luego de presenciar como el menor escondía su sonrojado rostro como podía con su mano libre.

—¡Hansolie! No digas esas cosas, me pongo demasiado nervioso.

Hansol rió antes de tirar de la mano del bajito para seguir con su camino.  Fue una bonita primera cita a pesar de todo.

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