Porque Seungkwan es la persona más bonita y tierna ante los ojos de Vernon y sus amigos.
‼️HISTORIA COMPLETAMENTE MÍA.
No se acepta bajo ningún concepto adaptación sin previo aviso.
-soft!
-Verkwan.
-Meanie
-¡?
Navidad se acercaba y tanto como Seungkwan y Seokmin estaban demasiado emocionados. Solo de imaginar la nieve, vacaciones, comer en casa, ver películas, los ojitos de Seungkwan brillaban el doble.
Era la primera Navidad de Vernon junto a su bonito y tierno novio, y le daban ganas de llorar cada vez que veía a Seungkwan vestido con ropa abrigada.
Esta vez llevaba un lindo Jersey color verde con pequeños corazones de color blanco, le quedaba enorme y eso lo hacía ver demasiado tierno ante los ojos de Vernon.
—Vernonie~ osito!
Vernon sonrió al ver a su bonito novio correr hacia él. Una vez que Seungkwan estuvo en sus brazos solo se permitió abrazarlo y besar su cabellera.
—Hermoso.
Seungkwan rió ante el comentario y besó la mejilla del americano. Sus ojos brillaban cada vez que miraba a Vernon; y este no se quedaba atrás. No podía dejar de mirar a Seungkwan, lo bonito, tierno y perfecto que era. Vernon estaba enamorado hasta las mierdas de aquel chico con bonitas mejillas.
Ambos estaban en su mundo diciéndose cosas bonitas mientras se daban besitos bonitos, que simplemente no notaron a sus amigos llegar y mirarlos con una cara de cansancio. No los mal interpreten, estaban demasiados felices por ellos pero la idea de estar solteros y ver como aquellos dos se comían la boca y eran unos empalagosos frente a ellos, no era de las cosas que más les gustaran.
—Ustedes dos, no tienen ni un poquito de vergüenza. Comiendo frente a los pobres, mientras nosotros morimos de hambre.—Mingyu negó con la cabeza después de hablar. WonWoo que se encontrar cerca rodó sus ojos mientras que Seokmin solo asentía.
—Minnie!~ no digas esas cosas.
El rostro de Seungkwan se volvió rojo al notar como aquel trío de chicos le miraban. Vernon solo pudo sonreír antes de abrazarlo.
—¡Vamos a patinar!
Seokmin gritó de repente provocando que todos le miraran. Gracias a Dios, había cambiado de tema así Seungkwan no tenía que estar avergonzado un rato más.
—¡Sí, Osito! Vamos, vamos, vamos, porfis, ¿puedes ir?— El menor se arrimó a Vernon a la vez que hacia un pequeño puchero que calentó el corazón del mayor y los demás chicos que se encontraban ahí.
—Todo lo que Kwannie quiera, así que, iré contigo hasta el final del mundo si así los deseas.
—¡Besito bonito, Nonnie!
Aquellos 3 chicos aunque a veces se enojaban, no podían evitar caer de ternura ante la pareja, eran demasiado bonitos y tiernos juntos.
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