Nueve

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Renjun estuvo girando en su cama durante toda la noche, formulando oraciones para lo que le diría a Jaemin el día siguiente. Sus ojos presentaban notables ojeras y demostraban cansancio cuando se levantó y preparo para visitar el hospital.

"¿Te parece si por lo mientras empezamos con una amistad?
"Y no es que no quiera tener algo contigo, sino que me gustaría que nos tomáramos las cosas con calma. Ya sabes, ir a nuestro ritmo".

Renjun sabía que su palabras sonaban un poco tontas, pero su meta era poder intentar algo con Jaemin cuando esté estableciera un ritmo propio en la sociedad y lograra sentirse más cómodo. Incluso planeaba contarle acerca del sueño; poner las cartas sobre la mesa para que Na pudiese tomar una decisión.

Su pecho sentía una sensación extraña a medida que se acercaba al hospital, pero decidió ignorarla cuando su estómago comenzó a llenarse de mariposas al recordar la forma en que Jaemin beso sus labios la noche anterior, como si aquel toque fuese hecho hace años.

Corrió hacia en edifico con entusiasmo y alegría por ver al menor. Yujeong estaba sentada en el mostrador tecleando en la computadora, pero cuando vió a Renjun, su expresión se volvió triste.

— Buen día, Ren— hizo a un lado sus papeles— La doctora Kim está muy ocupada el día de hoy y Haechan aún no ha llegado, tuvo una cita con el médico. Pero puedes esperarlos aquí o en el salón de empleados—.

El castaño solo negó.

— No te preocupes, solo venía al hospital para ver a Jaemin—

La mirada de la castaña reflejó lástima.— Oh. Bueno, él se ha ido. Su alta fue está mañana—.

Renjun sintió a la habitación girar, sus ojos se llenaron de preocupación.

— ¿Cómo? ¿A qué hora?—

Yujeong revisó el reloj de su mano.

— Hace como unos veinte minutos. La habitación está desocupada ahora, los de limpieza están por ir a limpiar. Yo... Creí que alguien ya te había dicho—.

Sin contestarle, Renjun hizo su camino a través de los pasillos hasta la habitación, apresurando el paso para comprobar el mismo si en verdad Jaemin se había ido.

Y efectivamente, al entrar al cuarto no había rastro de que alguien hubiese estado allí. Todo era blanco y olía a desinfectante. La pena hizo mella en su corazón y su estómago se sintió vacío.

Miró alrededor una vez más antes de salir, pero justo cuando sus pies comienzaron a moverse, vio un pedazo de papel en color amarillo,  perfectamente encajado en la esquina del escritorio.

Renjun lo tomó entre sus dedos y salió al pasillo mientras desdoblaba la nota.

"Nuestras vidas van por rumbos diferentes. Sigue brillando, adiós cariño"

El pánico comenzó a invadir su ser, extendiéndose como un veneno mortal que iba adormeciendo poco a poco el cuerpo hasta quedar completamente inmóvil.

Dedujo que la nota era específicamente para él, también sabía que Jaemin podría estar tratando de hacer algo malditamente estúpido.

¿Por qué sentía que el haberle lastimado dolía como el infierno? Incluso Jaemin podría estar en el exterior, con sus sentimientos hechos polvo, tratando de atentar contra el mismo y Ren sin poder llegar a tiempo para salvarlo.

Everglow - RenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora