Seis

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-Lamento que el viaje con Sungchan no haya resultado- dijo Minho, refiriéndose a su primo, el piloto del helicóptero.

-No hay problema, solo espero que mañana se den las cosas- respondió Renjun, tomando un sorbo de café.

Ayer, después de la excursión, Renjun había ido a comprar su bebida caliente de todas las tardes en una pequeña cafetería a dos cuadras de su estudio.

En aquella tienda había conocido a Minho, quien era el dueño del lugar y se había mostrado amable desde la primera vez que piso el establecimiento.

Huang le había preguntado si conocía de alguna compañía que realizara tours en helicóptero, y Minho le contacto con su familiar, quien trabajaba en una estación de noticias local y poseía una licencia para la conducción de un helicóptero.

El chico estuvo de acuerdo de llevarlos sin costo alguno, pero con la condición de que fuera en el horario de trabajo e hicieran el menor ruido posible; ya después, podrían conversar o incluso, gritar. Sungchan también había invitado a Renjun a cenar, así que por supuesto el castaño tuvo que aceptar.

El sonido de la campana de la puerta sonó y Renjun vio entrar a Haechan. Él le saludo y tomo una silla frente al castaño.

-Siento lo que dijo mamá antes- comenzó a hablar -les escuche sin querer. Ya sabes... ella no quiere verte lastimado, te aprecia mucho-.

Renjun asintió y sonrió.

-Lo entiendo y no hay problema con ello. Solo que eso me toca decidir-.

Haechan movió la cabeza en afirmación.

-Tienes razón. Pero sabes, cada vez que te veo, veo una esperanza para Jaemin- agregó -Y estoy feliz de que te preocupes por él. Solo que lo que padece, no es algo que se cure de un día para el otro-.

Renjun bajó la mirada.

- Lo sé. Se que lo que tiene es un tema delicado y serio. Pero sabes, quiero tener fe en que él también puede llevar una vida más alegre. Que pueda tener algo así como yo-.

El moreno pasó las manos por su cabello.

- Solo... ten cuidado. Sabes que cada persona lleva su ritmo-.

- Lo sé, y gracias por el consejo, Hae-. Sonrió - Tu mamá me dijo que tenías mucho aprecio a Jaemin, que era uno de tus pacientes favoritos del hospital-.

Haechan rio.- ¿Ella te dijo eso? -

Renjun asintió.

- Bueno, fuimos parte de un club de artística-

- ¿De verdad?- preguntó el chino.

- Sí. Jaemin, Jeno y yo. - Haechan tomó un sorbo de chocolate caliente, bebida que Minho le había entregado hace unos minutos.- Yo estaba un poquito enamorado de Jeno cuando lo conocí en la universidad. Insistí a Jaemin de que nos inscribieramos al club, más que nada para yo estar un poco más cerca de Jeno. Así que lo hicimos y yo me quedé en el área de canto y Jeno y Jaemin en baile-.

- Wow, que genial- Renjun dio un mordisco su magdalena.

- Lo sé- Suspiro Lee - Jeno es muy bueno en el baile- sus ojos brillaban con amor.

- Lo dices porque es tu esposo- bromeó el chino.

- No, en verdad lo es- sonrió el moreno.- Por otro lado, Jaemin además de bailar, también pintaba y dibujaba. Era muy talentoso, pero después vino lo que ya sabes y... Bueno, el resto es historia-.

Renjun asintió en comprensión.

- De verdad, Ren. Se cuidadoso, por favor-.

- Lo seré, lo prometo-.

Everglow - RenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora