-oye Lia te gustaría ir a un baile?- la mire a los ojos ella estaba fascinada con los demas regalos que le trage con tanto amor
-baile?- arqueo una ceja -seria muy lindo- sus mejillas se pusieron rojas y acaricio su crucifico -por eso me trajiste el vestido, no es asi?- yo asentí
-ni modo que lo tuvieras de adorno- me heche a reir ella sonrió un poco por mi mal chiste
-entonces déjame me visto- me tomo de la mano - puedes dejarme a solas un momento, no me gustaria que me vieras desnuda- a mi mente vino una imagen de ella en ropa interior se veia sexy, pero no era apropiado que me imaginara eso
-claro, te espero afuera- salí de la habitación, camine hasta salir de la iglesia e irme a la parte de atras, de mi bolso saque una caja de cigarrillos , tome uno y me lo lleve a los labios, y hice un pentagrama en el aire y de mi llema del dedo salio una pequeña llama, prendiendo el cigarro, hecho mi cabello hacia atras, por una ventana puedo ver mi reglejo, mis ojos carmesi brillaban con intensidad, saque el cigarro de mi boca, ese dia hacia calor, desabotone un poco mi camiseta gris dejando ver mi vigoroso pecho, exhale el humo y volvi a meter el cigarro en mi boca, esperando a Lia, vaya que las mujeres se demoran en verse hermosas, una mujer sin maquillaje se ve mil veces hermosa que una que usa maquillaje, de nuevo expulsó el humo cuando unos pasos se acercan hacia a mi, miro a mis espaldas, y veo a Lia, llevando puesto aquel vestido color negro con encaje en sus mangas, el vestido llegaba hasta el suelo, su cabello marron llegaba hasta su cintura, sus labios color rosados con un leve labial sin duda siempre se veia hermosa
-como me veo?- se dio una vuelta para que admirara el vestido, yo me aserque a ella, y la tome de la mejilla
-te vez hermosa Lia- con mi pulgar acaricie su labio inferior haciendo que Lia se estremesiaera y se alejara de mi
-queda muy lejos el lugar?- con un leve sonrojo evito mi mirada, yo sonrei con mis labios cerrados, acariciando mi mandibula
-realmente queda muy cercas el lugar pero te llevare en mi auto, ven vamos- extendi mi mano para que la tomara y asi fue tomo mi mano y la saque de aquella iglesia con la precausion que nadie nos viera, luego de media hora llegamos al lugar, los ojos de Lia se abrieron como platos al ver tan elegante lugar
-te gusta?- cuestione ella me dio una sonrisa amplia
-claro que me gusta, el lugar es impresionante- entramos al salon de baile habia maravillosos cadelabros, el pizo estaba bien pulido, por suerte no habia tanta gente, Lia miraba a varios lados asombrada por todo lo que veia, la musica era relajada y selecta, hice una leve reberencia ante Lia
-me concedería esta pieza bella dama- Lia me miro con timidez y tomo mi mano aceptando mi propuesta, la tome de la cintura y comenzamos a danzar con tranquilidad acercándonos uno al otro
dile que la amas Michael
escuche a mi voz interior hablarme pero yo estaba tan embobado con el dulce aroma a miel de Lia, posteriormente de bailar 4 melodias, decidimos regresar al convento, eran las 9:00 de la noche, tan vez el padre nos de una lección por salir pero no importa el momento que sentí a Lia junto a mi fue especial y único
-bueno debo ir a dormir Michael, por cierto hoy me la pase de maravilla en serio gracias por darme este dia- sonrió con sus labios cerrados - buenas noches Michael, antes de salir de la habitación la tome de la mano y en un movimiento rápido la abracé apegándola a mi pecho -descansa Lia- beso su cabeza y la dejo ir ella desaparece al salir de aquella habitación, yo me quito mi ropa quedando en solo en boxer dejando ver una marca en mi espalda baja, la marca era un pentagrama , me recosté en la cama y apague la lámpara y me deje llevarme por el país de los sueños
.
.
.
.
.
.
.
.
no paso mucho tiempo cuando escuche un ruido, que me hizo despertar, el ruido provenía en la habitación de a lado, donde estaba durmiendo Lia tuve un malestar en mi estomago como si me informara que algo malo sucedía me puse mi pantalón negro, cuando apenas tomaba mi camiseta escuche a Lia gritar, el miedo me invadió y salí corriendo hacia la habitación de Lia, la puerta estaba asegurada no podía abrirla, me aleje un poco de la puerta y hice una runa en el aire para lanzar una ráfaga de viento lo mas fuerte posible para abrir la puerta, cuando derribe la puerta vi a Lia sometida en el suelo arriba de ella estaba el sacerdote.
.
.
.
.
.
.
.
.
aprete mis puños a los costados, aprete mi mandíbula y deje que la rabia me consumieraHoliiiiii chiquis cómo están espero que estén de maravilla ⊂((・▽・))⊃ comentes que les pareció este capítulo y si gustas puedes dejar un voto bye bye los queloooooo
ESTÁS LEYENDO
†EL HIJO DEL DIABLO†
LosoweMichael, un apuesto hombre demonio con deseos carnales, queda perdidamente enamorado de una monja, Lía aquella joven, que hace que Michael se le pongan los pelos de punta con tan solo mirar esos ojos miel Estos dos amantes lograrán expresar sus sent...