Claudia
Cuando caí en estos encantos de este demonio, nunca tendría oportunidad con el, nunca me gane su corazón, mis pensamientos solo me agobian me carcomen el corazón haciendo que se me acaben las fuerzas para vivir
-Michael que hago para que me ames- intenté acariciar su mejilla pero me interrumpieron sus frías palabras
-nunca tuve algún sentimiento hacia a ti, y menos por lo que le has hecho a Lia- su voz varonil prende mi corazón pero sus heladas palabras me humillan haciendo que en mi garganta se forme un nudo doloroso
-Dejame morir Michael- hablé con mi voz quebrada mirando a la nada
-con gusto te dejaría morir, pero Lía me pidió sanar tu herida, después que te ayude con esto solo vete. No quiero volverte a ver solo me causas problemas- quedamos en silencio mientras sollozaba en mi mar de lagrimas, el tiempo paso y llegamos a nuestros destino al terminar las escaleras visualice a mi al rededor miles de pócimas de diferentes colores y cosas extrañas, animales muertos, sangre en las paredes se veía horrible.
Michael me dejó caer en la suelo como costal de papas, camino hacia una pequeña mesa de vidrio donde se encontraban unos frascos, Michael tomo uno color azul zafiro, me tomo la mano con la herida, y vertió el liquido azul, el cual causo demasiado dolor haciendo que mis lágrimas volvieran a salir, pero a segundos la herida empezó a cerrarce mágicamente
-listo ya no tienes ninguna herida ahora vete- Michael empezó a subir las escaleras dejándome tirada en el suelo, observé el lugar, me puse en pie y limpie mi vestido, pase por las estanterías con miles de pócimas y sustancias raras pero hubo una la que me llamo la atención realmente fueron dos pócimas una de color morado fosforescente y otro color azabache
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†EL HIJO DEL DIABLO†
De TodoMichael, un apuesto hombre demonio con deseos carnales, queda perdidamente enamorado de una monja, Lía aquella joven, que hace que Michael se le pongan los pelos de punta con tan solo mirar esos ojos miel Estos dos amantes lograrán expresar sus sent...