Libidinal

Froteurismo

Antes de empezar esta historia me veo en la necesidad de decirles que todo acto sexual siempre debe ser consensuado, cuando la persona esté en todos sus sentidos.

Sin más disfrútenlo mucho.

Mil y un maldiciones se aglomeraban furiosamente en la cabeza de aquel pelirojo mientras era aplastado por la gran multitud de aquel tren a Tokio, que se encontraba en una suerte de hora pico gruñía cada que alguien empujaba su cuerpo por el más leve movimiento y realmente quería gritarle al hombre a su lado que encajaba su codo contra sus costillas. Pero lo peor de aquella situación era la cercanía involuntaria que tenía con el ex-capitan de Shiratorizawa, súper estrella, amigo y amor platónico; Ushijima Wakatoshi, podía sentir un sudor frío cada que era obligado a estrellar su cuerpo contra el atleta juraría que su corazón se detenía cada que sus entrepiernas se juntaran tenía sus razones claro para estar tan nervioso y es que verlo con la espalda contra la pared de metal tratando inútilmente de no ocupar demasiado espacio, además de que su ajustada ropa deportiva no ayuda demasiado junto a los roces para aplacar su líbido que estaba por las nubes.

Algún idiota le pateo por accidente y un gruñido se escapó de sus labios mientras miraba con recelo sobre su hombro aún sabiendo que no podría encontrar al impertinente.

- ¿Tendou está bien?- rodando los ojos el pelirojo volvió su atención hacia su amigo con una sonrisa, no dejaría que la multitud arruinara su semana de vacaciones, había viajado desde Francia para ver a su chico milagro.
- debimos ir caminando- dijo encogiéndose de hombros tratando de sujetarse de algo para no caer ante el menor tropiezo- ¿Es así siempre?
- no lo se, usualmente voy trotando- no le sorprendia aquel cuerpo no se obtenia de otro modo, además la pasión del peliverde por el voleibol era tal que podía imaginarlo haciendo ejercicio incluso antes de los entrenamientos.
- debe ser horrible en verano
- deberías estar acostumbrado
- como puedo acostumbrarme a un montón de cuerpos sudorosos pegados al mío- aún que si fuera el sudoroso cuerpo de Wakatoshi tal vez lo toleraria, pensó antes de soltar una risa suave que callo cuando el tren dió una vuelta y su cuerpo se encontró con el contrario soltando un pequeño chillido ante la cercanía en el peor momento posible.
- ¿Te lastimaste?- aquellas enormes manos sujetaron suavemente su talle y una corriente eléctrica parecía subir por su cuerpo, podía sentir sus mejillas roja y aún que trato de volver a su posición original se encontró privado de movilidad, aquel pequeño hueco que había ocupado había sido invadido rápidamente.

Podía sentir un poco de pánico cuando se percato de que las manos aún no le habían soltado, que firmeza poseían sus dedos, sentia el calor en sus mejillas y su garganta seca cuando sus ojos se encontraron por un momento con los orbes de olivo. Podía sentir en cada movimiento el tacto de sus entrepiernas y una disculpa murió en su boca cuando se percato de la dolorosa opresión en sus costados, seguramente estaba incómodo por sentir la erección ajena o eso creyó, seguramente encontraría moretones si seguía así pero no sé atrevía a reclamarle.

- Tendou tu...- su voz casi le hace saltar, desvio la mirada un momento hacía el mar de cabezas que se extendian por el lugar, demasiado metidas en su mundo para percatarse de la cercanía que experimentaban esos dos- estás teniendo una erección

¡Oh mierda! Grito la poca vergüenza que había en su ser, por que estaba en una situación tan comprometedora con su crush sentía que el calor en su rostro era tal que se iba a desmayar por la fiebre de sus emociones.

- lamento eso... Wakkun~
- ¿wakkun?- y ahí murió el poco respeto que se tenía así mismo penso Tendou mientras trataba de retroceder no le importaba a cuántas personas empujaría o incluso tiraría debía salir de ahí cuanto antes, puso sus manos en el pecho amplio tratando de propulsarse hacía atrás pero el peliverde no le soltó y sus cuerpos seguían encontrandose mientras que el pelirojo trataba de pensar en cualquier otra cosa en un intento, bastante inútil, de apasiguar la sensación en su entrepierna- Tendou... Te vas a lastimar
- estoy bien puedes soltarme, Wakatoshi-kun- dijo a la par que el tren se detenía en la estación espero que con ello se aligerara un poco la presión pero aquello solo les presiono más- alguien está dispuesto a romperme una costilla