꒰ LA PREFIEREN A ELLA ꒱ Lit Killah┊ೃ

4. Grupo

AYLEN–

Hoy era lunes, hace unos días me habían dado la noticia de que mi mamá había muerto y que mi hermana se estaba recuperando pero todavía tenia que seguir en el hospital.

–Che, hace banda no hablan por el grupo -dije a los chicos.

–Si ayer hablamos todo el día -dijo Ámbar.

–Eh? Para, de cual grupo decís? -dije confusa.

–"La masturbanda" -repitió con obviedad.

Y ahí caí.

Tenían otro grupo sin mi.

Dejé pasar eso porque llegó Mailen corriendo

–Ambi, te estaba buscando, vení -se la llevó.

–Voy al baño -hablé esta vez y me levanté.

Fui al baño a lavarme la cara impidiendo llorar, para después ir al salón, iba a pasar mis recreos así, no quedaba otra.

La puerta se abrió unos minutos más tarde dejando ver a mi mejor amigo, bueno, a estas alturas ya no sé que éramos. Tampoco sé si siquiera se le podía decir conocidos...

–Te molesta si te acompaño? -Dijo con un toque de nerviosismo.

–No, tranqui -hablé sacando un segundo la vista de mi celular, al hacer eso pude notar sus ojos un poco rojos, eso me confundió pero mi mente seguía en un transe constante.

–Si te sirve de algo, es mentira lo del grupo, no hay ninguno así, Ámbar te quiere hacer sentir mal -Dijo más para él que para mí.

–Bueno anda a llevarle el premio entonces -Conteste de mala gana.

–Lu... -Me miró de reojo.

–Que?

–Desde que me dijiste lo de Ámbar te quiero decir algo, no me dejaste responder.... Ese día -pronunció lo último despacio.

–Qué? Me vas a decir "Lamento tu pérdida", dale Mauro, no estoy para esas estupideces –Guardé mi celular en la mochila, me había quedado sin batería.

–Aylu -se paró enfrente de mi, ya que yo estaba sentada en mi mesa.

–Qu... -Me interrumpió con un beso, al principio me costó procesarlo, pero rápidamente le correspondí, hasta que la campana del recreo sonó. Laputamadre.

De un segundo al otro, estabamos cada quien en su silla y la profesora de Geografía explicando algo.

Aunque yo no le prestaba ni un poco de atención, mi mente estaba sumida en ese beso, pero después me cayó la ficha de todo.

¿Y si Mauro me había besado por lástima?

No, sabía que él no era así.

Aunque en este tiempo habían cambiado tanto las cosas que no me sorprendía la verdad.