El examen con el equipo tridimensional parecía una especie de tortura para todos nosotros, nos irían llamando de uno en uno y frente a todos, comprobarían si éramos capaces de mantener el equilibrio y también si debíamos seguir allí o lo mejor era marcharnos, no entendía porque debía ser frente a todos, si iban a echarme prefería que fuera en privado.
-No te preocupes, fuiste la segunda en conseguirlo Sanya, saldrá bien- me repitió Krista en más de una ocasión al verme tan nerviosa, yo, sin embargo, solo podía temblar, por si fuera poco, decidieron llamarnos en el orden en el que lo habíamos conseguido por lo que fui la segunda y encima iba después de Mikasa que parecía no diferenciar entre flotar con el equipo y estar en el suelo, cuando la bajaron, tras un número espectacular en el que nada tembló, me llamaron.
-Sanya Dortein, adelante- me llamó el instructor, este me miró muy serio y solo quise huir pero entonces tuve la sensación de vislumbrar cierta confianza en su mirada y acto seguido yo me sentí igual, me puse mi equipo y entonces me colgué, ofreciendo un número tan perfecto como el de Mikasa, me mantuve recta y tranquila atada a aquellas cuerdas, imaginándome volando por encima de los muros y entonces me bajaron, lo había logrado y solo pude gritar de felicidad.
-Felicidades cadete, enhorabuena- me felicitó el instructor, después llamó al siguiente.
-Impresionante Sanya- me elogió Sasha.
-Ya te lo dije, eres de las mejores y eso todos lo saben- me felicitó entonces Krista, yo me sonrojé un poco y les agradecí sus elogios mientras les aseguraba que ellas también lo conseguirían.
-Si, solo le falta calmar ese temperamento- apareció entonces Jean, apoyándose sobre mi hombro mientras se burlaba.
-Cuidado con lo que dices rubito- le amenacé mientras apartaba su mano de mi hombro mientras esté reía.
El resto de la mañana nos la pasamos viendo al resto de reclutas pasar el examen, ninguno calló y como esperaba, tanto Sasha, Connie, Marco, Krista y todos los demás lo hicieron fenomenal, cuando llegó el turno de Jean quise prestar verdadera atención encontrándome con que este quiso guiñarme antes de colgarse y hacerlo a la perfección, de nuevo, alardeando, al bajarse siguió alardeando pero cuando estuvo lo suficientemente cerca de mí me habló asegurándose de que nadie más lo escuchaba.
-Gracias- después se alejó dejándome boquiabierta, no era normal que me agradeciera algo dos veces.Finalmente llegamos al último recluta, Eren, no sabíamos que esperar del el, así que todos estábamos realmente nerviosos pero cuando se puso el equipo, se colgó y vimos que aguantaba todos rompimos a gritar y a celebrar, sin embargo, algo tembló y la cabeza de Eren chocó con estruendo contra el suelo dejando todo en completo silencio, entonces, el instructor habló y le pidió a uno de los reclutas que le prestase a Eren su equipo y como por arte de magia Eren se quedó tieso a la perfección a la primera, al parecer su equipo estaba toto lo que significaba que había conseguido mantener el equilibrio con un equipo en mal estado, realmente impresionante.
-Menudo idiota, podría haber sido de los primeros- dijo Jean que estaba a mi lado, viniendo de él era todo un elogio, sobre todo para Eren y yo sonreí al ver que cada día aquella coraza de superioridad de Jean desaparecía poco a poco.Los años pasaron y muchos reclutas se marcharon después, quedando solo 218 reclutas, no estaba nada mal ya que todos éramos realmente buenos, sin duda, el puesto de los diez primeros estaría muy reñido ya que todos queríamos sobresalir, incluso yo, pese a no querer unirme a la policía militar, quería ser de las mejores y no dudaría en luchar hasta el final.
Finalmente yo, junto a todos mis amigos, conseguimos pasar los dos primeros años, llegando al último y más duro año, sin duda, nos habían enseñado a pelear, usar armas y a volar con los equipos tridimensionales para aprender a matar titanes, aquel era mi momento favorito del día, solía ser por las mañanas, nos llevaban a una zona arbolada en la que debíamos, junto a nuestros equipos tridimensionales, buscar y matar titanes de madera, el uso de aquellas espadas se me hizo difícil al principio, no sabía cómo sacarlas sin perder el equilibrio y las primeras veces me choque contra más árboles de los que me atrevería a admitir nunca
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Las alas que me diste
FanfictionDecidí unirme al cuerpo de exploración con el fin de ver el mundo más allá de los muros pero entonces, algo más me hizo querer luchar por la supervivencia, aquellos brillantes ojos, incluso aquella abrumada cabeza, me hicieron pensar en algo más que...