Había pasado tiempo desde la ultima vez que Yuta estuvo en el colegio Técnico de Magia Metropolitano de Tokio, se marchó hace unos meses al aceptar estudiar en el extranjero y no fue hasta que se sintió listo que decidió volver. Estaba de pie frente a la entrada principal observando la larga entrada, autoconvenciéndose de que eso era lo mejor y que no volverían a suceder los mismos errores.
Rika ya había sido exorcizada y gracias a su propia convicción la podía mantener bajo control. Ella aún no sabía sobre sus sentimientos y probablemente nunca lo iba a saber porque eso era algo sagrado para él, algo que definitivamente se llevaría a la tumba. Empuño sus manos soltando un suspiro leve, esperando que esto se llevara la tensión de su cuerpo y comenzó a avanzar.
Durante su viaje se quedó absorto en sus pensamientos, imaginando las mil y una manera en que reaccionarían sus amigos cuando lo vieran, su corazón latía rápidamente a causa del nerviosismo que eso le provocaba y porque vería a Toge. Una sonrisa amenazó con salir y Yuta apretó los labios intentando disimular su emoción, el solo hecho de estar ahí y ser consiente que en cualquier momento tendría al albino frente a él lo llenaba de felicidad.
En un principio había sido todo complicado, el sentimiento de insuficiencia y miedo que había estado con él desde que tenía memoria lo había trabajado y en su lugar ahora existía un fuerte deseo de proteger a los que lo rodeaba. El trío que había logrado este cambio en él habían sido Maki, Panda y Toge, siendo este último con quien estableció una conexión especial ya que le había costado mucho entenderlo. Al inicio era difícil, sobre todo por que la impresión que le dio fue de alguien inaccesible y bastante serio, por no decir aterrado, pero a medida que lo conoció Yuta se dio cuenta que era una persona encantadora. A los ojos del azabache, Toge Inumaki era un chico adorable. No fue hasta en una misión que les encargaron a ambos donde se dio cuenta de sus sentimientos por él, aquel día fue una tortura para Yuta. Él siempre había sido tímido y evidentemente eso era algo propio de sí, dudaba poder cambiarlo de la noche a la mañana, pero con tener a Toge como amigo era suficiente.
Pudo observar el edificio central y junto a las escaleras divisó la imponente figura de panda junto a mas personas; Seguro Maki y Toge están ahí, sonrió apresurando su paso intentando no ser tan evidente, pero fue sorprendido por Maki girándose mientras se despedía de los demás.
—¿Yuta? —una sonrisa no tardó en aparecer en los labios de la chica.
—¿Qué tiene que ver Yuta con...
Panda quedo a media reprimenda cuando por casualidad se giró y pudo darse cuenta a que se refería Maki a su lado y al igual como ella en un principio, apenas podía creerlo. Les sonrió de vuelta agitando su mano acortando la distancia sin poder anticipar el abrazo del animal seguido del golpe de su compañera. El saludo, escandalo y risas no faltaron, el azabache disfrutaba aquello, le entregaba el sentimiento de pertenecer a un lugar. Se giró dando vistas rápidas al lugar disimuladamente.
—Si buscas a Toge, esta en el patio trasero con los demás. —anunció Panda haciéndole una seña comenzando su caminata hasta el lugar.
—¿Eh? ¿Qué? —se sorprendió al escucharlo, pero no se negó por su búsqueda, a diferencia de ello solo un leve rubor se asomó en sus mejillas llevándose la zurda al cuello incómodo.
Todo ello fue notado por la chica, que para su buena suerte tenía sospechas y confirmarlas con el lenguaje corporal de Yuta se le hizo todo más divertido. Maki solo sonrió. Mientras caminaban ambos lo pusieron al día con los últimos sucesos recientes, el incidente en los establecimientos Kioto por ejemplo y como a ello le siguió un partido de beisbol gracias a Gojo. Le sorprendió bastante la parte en donde una maldición de clase S pudo entrar, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la bulliciosa escena de la cual hasta Toge era protagonista.
Una chica de cabello corto peleando por la botella con agua que sostenía el albino mientras éste le hacía ademanes con su mano para alejarla y un chico riendo divertido sin hacer esfuerzo por contenerla. Megumi observaba la escena claramente aburrido, pero su rostro cambio cuando sus ojos se encontraron.
—¿Okkotsu-senpai? —el tipo de conexión que tenía con Maki para tener las mismas reacciones a veces lo ponía nervioso.
Toge se dio la vuelta mostrando un tanto desconcertado pero su rostro fue rápidamente inundado con la emoción de verlo. Le entrego la botella con agua a la chica y fue corriendo hasta él con su diestra en alto.
—¡Takana!
—Estoy de vuelta, Toge.
Respondió sonriendo al chocar los cinco.
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ƊAƝƊƐLIOƝS.
FanfictionYuta Okkotsu regresa a Tokio con una sola cosa en mente; mantener sus conexiones y lazos. Después de tantos sucesos ocurridos en el pasado decidió cambiar para mejor, con ello jamás pensó que se podía llegar a enamorar de uno de sus compañeros y ami...