Nuevas Razones (AU BxB)

Capítulo 40 - La historia de un conejito de trapos

Bonnie fue a acostar a Bon en su cama y cerró la puerta; ya en el comedor Bonnie le paso una cerveza al estudiante, ambos se sentaron frente a frente, Onnie trataba de mantenerse tranquilo pero la mirada de Bonnie lo ponía muy nervioso

Bonnie – te escucho, empieza desde abajo por favor

Onnie – (le da un trago a su cerveza) su nombre es Bon James Smith, su padre se llama Sebastián y su madre se llamaba Hannah, Bon vivía en el mismo barrio que yo y pues... sufrió mucho desde que... *suspiro* dios me cuesta esto

Bonnie – tómalo con calma y dímelo

Narra Onnie – Hannah era la mujer más encantadora que alguna vez hayas conocido, era atenta, gentil, dulce y hermosa en todos los aspectos, sin duda era el rayo de sol en ese horrible lugar nada que ver con su esposo Sebastián, era un macho, celoso, borracho y algo inútil, pero aun con eso nunca le levanto la mano o insulto su esposa, Sebastián adoraba a Hannah con locura y una cosa que más le encantaba era su voz, Hannah cantaba a cada minuto, algo también que destacaba mucho de ella eran sus ojos, tenía unos precioso ojos color esmeralda, eso y más llenaba de vida a Sebastián, en lo que cabían eran una bonita pareja, se les vio muy felices cuando se enteraron que tendrían un hijo

Bonnie – ¿entonces porque Hannah los abandono?

Onnie – no me interrumpa por favor

Bonnie – lo siento, continua

Narra Onnie – Hannah era una madre muy amorosa nunca desatendió a sus deberes como madre y esposa, Sebastián... bueno... hacia lo que podía

A Hannah siempre le gusto el nombre de James por lo que solía llamar más a Bon con ese nombre, a Sebastián no le parecía pero lo dejaba pasar, era una buena familia... hasta esa noche.

-flash back-

Narra Onnie – Una noche Bon estaba muy enfermo y no tenían medicamentos, como siempre Sebastián está dormido ahogado de borracho, Hannah trato de despertarlo para que fuera por los medicamentos, pero él no despertó, así que a Hannah no le quedó otra opción, tomo a Bon y fue a nuestra casa, nos encargó a mi madre y a mí que lo cuidáramos ya que la farmacia más cercana quedaba cruzando el puente por lo que tardaría una media hora de camino

Sally – pero Hannah, eso queda muy lejos y ya es muy tarde

Hannah – lo sé pero que opción tengo, si no voy James puede empeorar

Sally – pero irte en bicicleta es muy peligroso linda, además parece que va a llover

Hannah – ya lo sé, ya lo sé, pero Sebastián vendió el auto

Sally – ay cariño, si mi auto funcionara yo te llevaría

Hannah – si me quieres ayudar, cuida a mi niño por favor

Sally – está bien yo te lo cuido

Hannah – gracias Sally te debo una

Hannah – bueno vete ya antes que se haga más tarde

Hannah se mono en su bicicleta y fue a la farmacia lo más rápido posible mientras su amiga la veía alejarse poco a poco, ella cerró la puerta con algo de pendiente mientras su hijo de 15 años le hacía caras al bebe

Onnie – Bleeee, ñeñeñe, bombom

Sally – no lo asustes

Onnie – no prometo nada

Narra Onnie – el tiempo pasaba y la lluvia aumentaba, pero no sabíamos nada de Hannah. Mi madre me dijo que me fuera a dormir, que ella esperaría a que volviera Hannah, a la mañana siguiente que desperté me encontré a mi madre dormida en el sofá junto a la carriola donde estaba Bon