Ven aquí, y ámame | TsukkiYama

Capítulo nueve

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     En los días siguientes, Kei había comenzado a comportarse más tranquilo con Tadashi. En algunas ocasiones, sin ser consiente le había levantado la voz, pero siempre terminaba disculpándose inmediatamente. En la escuela, toman sus desayunos juntos, a veces acompañados y otras completamente solos. El pecoso le mantiene informado con todos los cambios y movimientos que sentía del bebé. A Kei le agradaba ver cómo el Omega se lo notaba más tranquilo por la manera en cómo estaban llevando las cosas y esperaba que todo siguiera así con tal de que él no pasara malos momentos.

     El Alfa pica la fruta de su plato, llevándola a su boca. Tadashi está frente a él, comiendo una hamburguesa. Sabe que no es saludable, pero tenía antojo de eso. Sus ojos brillan cuando muerde la jugosa carne.

     ―Dios, está muy buena ―limpia las orillas de sus labios con la servilleta que Kei le ofrece.

     ―No se me hace saludable ―le dice, haciendo una mueca hacia su plato.

     ―No empieces, Tsukishima ―rueda los ojos.

     Como por arte de magia, Hinata, Kuroo, Kenma y Terushima aparecen, tomando asiento. Kei suspira, ya se habían tardado.

     ―Mira que te traje, Yams ―Terushima le pasa un pastelito de chocolate y el Omega chilla.

     ―¡Muchas gracias! Quería comprar uno, pero con el dinero que me dio mi madre no alcanzó ―le sonrió, mientras lo dejaba sobre la mesa, a un lado de su 'desayuno'.

     ―¿Por qué le das eso? ―Kei frunce su ceño―. Es mucho dulce para él y-

     ―Shh ―su primo lo calla metiendo un trocito de manzana en su boca, que había sacado de su plato―. Deja que el niño disfrute.

     Kei mastica la fruta con molestia y recelo.

     ―Bueno... el baile se acerca ―Hinata dice, desenvolviendo un hotdog que había sacado de su mochila.

     ―Tres semanas, síp ―concuerda Tadashi, asintiendo―. ¿Aún no tienes con quien ir, Hinata?

     ―No. Tú tampoco, ¿cierto?

     ―Podemos ir juntos si quieres.

     ―¿De verdad? Por mí está bien ―dice el Beta, sonriendo ante la idea de ir junto a Tadashi.

     ―No.

     ―¿Mmh? ¿Por qué? ―el Alfa con perforaciones pregunta, divertido―. ¿Por qué Hinata no puede ir con Tadashi? Son amigos, no veo nada de malo en eso, primito.

     ―Porque Yamaguchi va a ir conmigo.

     ―¿Qué? ¿Desde cuándo que no estaba enterado? ―Tadashi frunce sus cejas, mirando expectante al Alfa a su lado.

     ―Desde ahora y te estás enterando.

     ―Eres un tonto, Tsukishima ―Kenma se mete―. No debes estar celoso y menos de Hinata. Podrías ser al menos un poco romántico, ¿tal vez?

     ―¿Para qué ser romántico si al final va a decir que sí?

     ―¿Cómo puedes estar tan seguro? ―el Omega teñido le reta en un gruñido, acercando su rostro a él.

     Kei está a punto de mostrarle sus colmillos, pero Kuroo ha jalado a su Omega contra su pecho y él sólo mira hacia otro lado cuando escucha el gruñido de advertencia por parte del Alfa contrario.