ENGAÑAR AL FUTURO | "¡No importa lo que haga, sigo viéndolo morir, una y otra vez, de diferentes maneras, nunca cambia, está en su futuro! Mi misión es engañar al futuro y salvar a Fred Weasley."
original de ghafasjoy
cover by Park_Viki
traduccion d...
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EL CLIMA EN HOGWARTS NO podía ser peor, el día antes de la última prueba del Torneo de los Tres Magos había tenido lugar y nada había salido como estaba planeado. La muerte de Cedric Diggory había conmocionado a todos los estudiantes de Hogwarts, incluso a aquellos que no lo conocían.
Durante las últimas semanas, Diana se había sentido genial, no había tenido visiones sobre Fred y ambos estaban bien, no estaban oficialmente juntos pero eran algo. La muerte de Cedric había causado un gran impacto en Diana y un gran sentimiento de culpa, después de todo no le había contado a nadie sobre la visión que tuvo del resurgimiento de Voldemort, imaginaba que si le hubiera advertido a Dumbledore, las cosas serían diferentes.
—¿Diana? —preguntó Lee mientras entraba a la Habitación Secreta, acompañado por los gemelos Weasley.
—No, un clon malvado —Ella respondió irónicamente mientras se secaba las lágrimas.
Diana estaba sentada en la parte superior de la mesa, su rostro rojo indicaba que había estado llorando durante unos minutos. Esto asustó a Fred, George y Lee, después de todo, Diana no era del tipo que lloraba.
—¿Estás bien? —preguntó Fred acercándose a ella.
—Si lo estoy —Ella dijo—. Excelente.
—No apareciste en el funeral de Cedric —dijo George apoyándose en la pared.
—No pude —Dijo tomando una respiración profunda y tratando de deshacerse de la "cara de llanto".
—Su muerte conmocionó a todos —dijo Lee—. Pero te ves demasiado conmocionada.
—Soy un poco nueva en esto de preocuparme por la gente, debe ser por eso —Ella dijo—. ¡Y podría haberlo detenido, odio fallar y fallé!
Los tres se miraron y fue Fred quien decidió hablar.
—Fawley, no podrías haberlo detenido —Dijo poniendo su mano sobre su hombro—. Nadie sabía que habría pasado.
Ella respiró hondo, pocas personas sabían de su don, que ella consideraba una maldición, y nunca tuvo la intención de contárselo a nadie más. Sin embargo, en estos días los gemelos y Lee eran más familiares que su propia familia, por lo que decidió que deberían saberlo.
—Soy psíquica —Dijo yendo directo al grano.
—¿Qué? —preguntó George—. No entendí.
—Soy una psíquica —repitió—. Tengo visiones, siempre las tuve.
—¿Estás bromeando, verdad? —preguntó Lee.
—No extra, no estoy bromeando —Ella dijo—. De hecho, me encantaría que fuera una broma.
