41. DE TAL MADRE, TAL HIJA

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CUARENTA Y UNO,
de tal madre, tal hija.

CUARENTA Y UNO,de tal madre, tal hija

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DIANA SENTÍA QUE hacía una eternidad que estaba en esa habitación, que todos sus músculos se amortiguaban y dolían a causa de los hechizos, que el dolor era tanto físico como psicológico, y Johnson sentía que eso acabaría con ella.

Durante la mayor parte de su vida, Diana evitó sentir miedo, cada vez que lo sentía, intentaba reprimirlo, no pensar en ello, convencerse a sí misma de que no daba miedo, pero en ese momento no servía de nada, sentía una enorme miedo, como si el pánico se apoderara de cada parte de su cuerpo.

Diana nunca había tenido tanto miedo de morir como ahora.

Movió las manos de nuevo, en un esfuerzo más para tratar de deshacerse de las cuerdas que la sujetaban, pero las cuerdas estaban hechizadas y aunque no lo estuvieran, no podría hacerlo porque estaban muy bien unidas.

Diana lo había intentado todo, había intentado hacer magia sin su varita, pero estaba demasiado cansada para hacer algo y no dominaba bien esa habilidad. Lo había intentado todo, malos planes, planes que no parecían tan malos, nada había salido bien.

—¡Estamos de vuelta, cariño! —Bellatrix exclamó con su voz fuerte e irritante—. Vinimos a jugar más.

Era asombroso cómo mientras más Diana miraba, más angustiada se veía Bellatrix. A diferencia de otras ocasiones, no había muchos Mortífagos detrás de ella, solo los Fawley.

—Míranos a los tres reunidos contra la traidora de sangre —dijo Lestrange—. Parece Hogwarts de nuevo.

—Te estamos dando una oportunidad más Diana —dijo Garrett acercándose y sosteniendo el rostro de su hija—. Llevas cuatro días aquí y no has dicho nada, sabemos que estás teniendo visiones, lo veo por tu expresión, ¿por qué no hablas?

—¿Por qué iba a hablar, papá? —dijo enfatizando de la manera más sarcástica posible en la última palabra.

—No tenemos tiempo para tu ridícula rebelión o para las discusiones infantiles y las burlas que siempre haces —El hombre dijo—. ¿Fuiste criada con un propósito Diana y ni siquiera estás sirviendo para eso?

Diana sintió que Fawley le apretaba la cara ya magullada, hizo un esfuerzo por no mostrar dolor, se mantendría firme hasta el final.

—Tengo que admitir que manejas bien el dolor —dijo Bellatrix—. Pero no me rindo fácilmente, ninguno de nosotros se da por vencido.

—La lealtad a tu novio da miedo —Diana se burló.

—¿Qué tal si hablamos de tu novio? —dijo Garrett y exhibió una sonrisa—. Porque podemos arreglar que alguien visite su tienda, un hechizo y un adiós al traidor de sangre.

TRICK THE FUTURE ━━ fred weasley ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora