day in life ; renmin

08

voy a iniciar a narrar en presente a partir de este capítulo, se me comienza a dificultar el redactar en pasado ajdjsjaj

[🌼]

Jaemin puede sentir el nerviosismo invadiendo todo organismo justo en ese mismo instante en que ve salir a Renjun de aquel elevador, luce como un sueño usando esas prendas que quedan enormes en su cuerpo pequeñito que le recuerda tanto a un hada.
Quiere abrazarlo, claro que quiere hacerlo desde que supo de su existencia, pero sabe que es apresurado hacerlo, y Jeno le ha confirmado eso luego de escuchar su plática sin sentido del porque Renjun cabría perfecto entre sus brazos, que aunque no son musculosos a simple vista, están bien trabajados.

Renjun agita su mano de un lado a otro cuando ve al rubio en la entrada del hotel, Jaemin luce tan chistoso ante los ojos del extranjero, con ese cubrebocas de conejitos y gafas de sol oscuras que no dejan tener una simple vista a esos orbes tan bonitos y brillantes. Para ser honestos, Renjun se sorprende un poco a sí mismo por poder reconocer a Na aún cuando el contrario porta aquellos accesorios tan chistosos y dignos de ser camuflaje para soldados en guerra, aunque también cree poder identificarlo por la forma de sus anchos hombros y su largo (y muy llamativo) cuello que fácilmente podía doblar de tamaño y grosor del propio. Tiene que desviar sus pensamientos o será inevitable preguntarle de una vez por todas si le permite pintar ese bonito cuello y aquellos enormes hombros a base de besos.

Carraspea incómodo antes de tomar la decisión de acercarse, coloca su cubrebocas negro sobre su boca y nariz, sigue por colocar sus gafas de sol negras sobre el puente de su nariz y camina rápido, por no decir que corre, en dirección al cuerpo contrario.

— ¡Hola!— saluda el mayor intentando sonar lo más entusiasta posible, olvidando por completo sus esperanzas de poderlo conquistarlo con halagos torpes.

Oh, Jaemin, no debió haber comentado que solo veía amistad en Renjun.

— Hola, Junnie— sonríe el más alto colocando su mano de manera lenta y suave sobre las hebras castañas del contrario—. Tengo toda una lista para lugares a los cuales llevarte, no creo poder terminar hoy, pero mañana si quieres podemos seguir con el recorrido.

Huang asiente sin más y sale del hotel con Jaemin pisando sus talones.

— Hoy luces más adorable que de costumbre— comenta finalmente el rubio al observar que la enorme camiseta del chico tiene que estar fajada en sus pantalones para intentar lucirla de una manera decente y no luzca como pijama que consiste en una playera de propaganda política.

Renjun quiere dejarse caer dramáticamente sobre el suelo y golpear su cabeza repetidamente contra la acera hasta dejar de sentir su corazón latir de esa maneqra tan desenfrenada. No quiere ilusionarse, pero Jaemin hace todo bastante difícil.
Pero su lado coherente lo detiene y piensa en algo más, pues ha pasado tiempo desde la última vez que alguien le ha dicho que es bonito, y de verdad quiere creer que si su corazón está por salir de su pecho por el halago y no por un veloz enamoramiento con alguien que nunca ha visto más de tres veces en persona.

— ¿Tú crees?

— Mucho— culmina pasando su brazo por los escuálidos hombros de Renjun—. Iremos a una plaza cercana, después iremos a una tienda de cuidado de piel para que compres todo lo que te falta y puedas mostrarme tu rutina completa.

Renjun asiente un poco nervioso por la sola idea de ser visto en público a lado de Jaemin, sabe que ambos traen el camuflaje perfecto, pero sabe que algunos de los fans de ambos son demasiado observadores, chismosos e inteligentes como para unir todos los puntos, cosa que hará que las noticias del día siguiente esten llenas de fotos tomadas por Dispatch.