Simulación

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Tercera persona.

Pin abrió la puerta sin hacer el menor ruido, se escucharon pasos en la planta alta y no tardarían en bajar o eso pensó Pin. Jalo de la mano a Son para correr al auto, con la noche como su único escudo lograron llegar al carro, entonces Pin blasfemo.

“¿Qué pasa?” se busco en los pantalones sin encontrar nada “Deje las llaves en mi pantalón”  Son lo miro nervioso “ ¿No sabes abrir carros sin llaves?” el menor sonrió meneando la cabeza en negativa “Soy policía Son, no criminal”

“Cierto”

Pin se quitó la camisa y con el puño enrollado rompió el cristal de su auto. “Son mantente agachado” el mayor hizo lo que decía mientras el menor abrió el capote. En la cajuela traía una mochila negra la jalo sentándose en el suelo, al abrirla Son vio un aparato que parecía a un radio que usan los camioneros. Pudo ver la funda con dos armas

“Dame una” exigió Son “Ni pensarlo” el mayor lo miro mal humorado “Se cómo se usan”

“No lo dudo, pero no vas ir conmigo. Te quiero para quedes el reporte” le hizo saber, el mayor se cruzó de brazos nada conforme “Nada de eso Pin, soy un hombre no la damisela sumisa”

“Deja de ser tan terco, comprende que solo así saldremos de esta. Necesito que te quedes para pedir ayuda” miro el radio no muy convencido, volvió a protestar “¿Mientras tú te arriesgas?” pregunto.

“No soy tonto amor. Confía en mí, solo quiero ver a qué nos enfrentamos. Estaré bien.” el mayor sabía que no era el momento, pero el que lo llamara amor le enternecio y lo hizo decir lo que tanto quería volver a repetir.

“Pin te amo”

“Y yo a ti, por favor aguarda aquí” apretó sus manos “Bueno” el mayor hizo una mueca de mala gana. Pin camino unos pasos, los mismo que regreso sorprendiendo a Son al jalar de su camisa y plantarle un beso. “Recuérdame que terminemos esto contigo desnudo sobre de mí”

“¡Pervertido!” Pin sonrió coqueto y acepto su culpabilidad “ ¡Oh! claro que sí”

Corrió rumbo a la casa agachando la cabeza, Son se quedó tratando de encontrar emisión para pedir ayuda. Después de tratar consiguió una línea directa, informo lo que ocurría dando sus datos y dirección.

Debatió si quedarse quieto o entrar a la casa de todas formas él también tenía un arma, tan indefenso no se encontraba, pensó. Ya había hecho el llamado, sin embargo algo lo hizo levantar la cabeza, un sonido extraño proviniente de la cochera. No se veía realmente nada así que camino hasta allá y vió luz, fue extraño para él si se suponía que Plan y Mean no estaban en casa, se le ocurrió que tal vez los ladrones tuvieran algo que ver con eso. Se pegó al portón para ver si podía escuchar voces y lo único que escucho fue un lamento, un lamento muy conocido para él. Tomo la arma que había encontrado en las cosas de Pin y sin pensarlo dos veces abrió el portón. Apunto con el arma y la persona adentro pego un grito mortal.

“¿Plan?” su mejor amigo había gritado al verse sorprendido, su abrigo se había atorado en el carro y por ello se estaba lamentando, al ver a su amigo casi le da un infarto. Son no podía créer verlo ahí y en esa situación. “¿Cómo es que no te fuiste?” interrogó.

“Excelente pregunta Son, una pregunta que tiene una buena respuesta... Pues verás.. No me vas a creer, pero...”

Cuando su amigo comenzaba a parafrasear esa signo de que algo oculta, pero no había tiempo de indagar Son estaba más preocupado por Pin en la casa solo.

“Mira Plan! Me explicas después, Pin está en peligro. Hay ladrones en tu casa” los colores se perdieron en la cara de su amigo, trato de tranquilizarlo “ Tranquilo, ya llamé a...” Plan grito sin darle tiempo a Son de terminar la oración.
“¡¡¡LADRONES!!! Eso no puedo ser... ¡MI MARIDO!”

“¿De que hablas hombre?” Son no comprendía lo frenético que se puso su amigo. “Que no hay ladrones... ¡ES MI MARIDO! Y si los había ya están muertos y entre poco yo también.” Son no entendía las tonterías que salían de la boca de Plan, tal vez el frío le había afectado, pensó.
“Explícate Plan” exigió.

A él no le quedó otro remedio que aceptar los hechos. Reconoció ante Son que todo fue un montaje, que si tenía planeado sacar a su marido de la casa, pero debido a la hora y a los nervios se había quedado dormido en el carro.

“¿Qué le hiciste a tu marido?”

“Le dije que un gato estaba molestando en la azotea, que subiera a sacarlo...” hizo una pausa y miro a Son, su cara no dejaba duda que se estaba conteniendo para no enfadarse “Mean sabe que soy alérgico así que no me costó mucho convencerlo, cuando empezó a buscar al gato yo cerré la puerta asegurándome de cambiar el código y no pudiera entrar, sabía que no podían escucharlo así que baje y espere a que llegarán. Creí que tendría tiempo para recibirlos y fingir que me iba sin problemas. En teoría..”

“¿Y como se supone que ibas a rescatar a tu marido de la azotea y del frío?”

“Subiría por las escaleras de incendios que queda en la parte de atrás y rogaría por qué no me pidiera el divorcio por la locura que había hecho...”

“Pero no resultó.” se cruzó de brazos “Me quedé dormido en el carro... ¡ No estás escuchando!” Plan se desespero explicando casi jalando su cabello. “Te escuché fuerte y claro. ¡Eres un idiota!”

“Lo sé, lo arruine todo” se desinfló como globo de cantoya en plena caída. “¿Hiciste todo esto por qué Pin te lo pidió, sólo para quedarse conmigo una noche?”

“Técnicamente así es...” Plan limpio su frente que ya sudaba de tanta presión. “No había otra forma...” Plan lo miro sincero “Según Pin habías calentado las cosas y él no podía separar mas tiempo.”

“¿Esperar más tiempo?”

“¡Por amor al cielo Son!” Plan volvió a desesperarse “No hay más ciego que él que no quiere ver. Mi pequeño hermano a estado enamorado de ti desde siempre y se que tú también, pero eres tan orgulloso que no lo admites. Si mi hermano se volvió loco está noche es por qué motivos debiste darle, que yo fuera un fracaso en ayudarle es cosa a parte.”

Son se quedó sin agregar nada, que podía decir.
Él ya le había dicho le amo y no lo iba a negar, pero la forma tan descabellada era algo que no podía pasar por alto. Decidió dejar de hablar sobre los sentimientos que lo aquejaban y llamo la atención de su amigo.

“Camina Plan antes que alguno de los dos hombres allá dentro se mate...” señaló dentro de la casa. “¡MI MARIDO!” vocifero “cierto...” comenzó a caminar rumbo a la casa con Son, pero entonces  se detuvo temblando deteniendo del brazo a su amigo “Y si mejor me quedo aquí..” Son lo miro con cara de pocos amigos. “De eso nada. Asume tu responsabilidad.”

“Fue por una buena causa” se excusó sin soltar su brazo todavía. Son detuvo los pasos y quitó con su mano la de su amigo, lo en caro de frente. “Ajá! Eso dile a tu marido.”

Antes de que llegarán a la casa las sirenas se escucharon a lo lejos anunciando nuevos problemas para los chicos.



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⭐⭐⭐


Perdiendo una AmistadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora