Un Si Con Una Lágrima

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Pasaban los segundos, los minutos e incluso las horas, Brad no dejaba de llorar, eso partía mi alma cada vez mas, no sabia que hacer, no sabia como ayudarle, así que hice lo único que se me vino a la cabeza, levantarnos de donde estábamos y llevarnos poco a poco a mi habitación, lo deje un momento de pie al lado de la cama, corrí el cobertor luego el se quito los zapatos, luego de eso nos acostamos y nos cubrí con el cobertor y lo abrace con brazos y piernas, como un mono en una tormenta, su dolor era tan grande que se podía palpar en el ambiente, no pude evitar las lagrimas que salieron de mis ojos, no podía evitar el dolor que sentía en ese momento en el alma, ¿Qué habrá pasado?, decidí en ese momento no especular, porque era algo serio de lo que estaba hablando, no era cualquier persona, es Bradley, mi Brad, que no tenia derecho a llamarlo mío, pero para mi ya lo era.

—L-lo lamento… —dice con la voz quebrada— lamento que me veas así, lamento no escribirte, ni llamarte, lamento no decirte lo importante y maravillosa que eres cada instante que podía, lamento… —lo calle, poniéndole un dedo en los labios.

—No Brad, no lo lamentes, no lamentes nada, tranquilo —dije viendo esos hermosos ojos azules que hoy se unían al rojo de dolor y tristeza, esos ojos que me hacen volar, pensar y creerme con el derecho de tener un futuro hermoso a su lado, esos ojos que hoy reflejan mi mirada, esos ojos que hoy están cargados de lagrimas.

—Bien —respira profundo— recuerdas en nuestra primera cita te hable o nombre a Amy.

—Si —recordaba perfectamente ese día.

—Bien, Amy no es…—dice, en ese momento una chispa de dolor alumbro su mirada y se levanto de la cama hasta estar sentado en la orilla con las manos en sus ojos— Amy, no era… mi prima, era mi hermana —al decir eso su voz se quebró y sus hombros temblaron, yo me acerque a el y puse mis manos alrededor de su cintura para que supiera que no esta solo y nunca lo estará.

—Ella… estaba muy enferma —continuo con la voz quebrada— Había luchado con su leucemia mieloide aguda desde que era una bebe, pero eso nunca la detuvo, cuando era bebe dijeron que no llegaría ni a los dos años, murió a los 13 —vi sus lágrimas caer en el suelo y me dolía no poder hacer nada para quitar su dolor— era la única que me aceptaba de los Hayes, incluso antes de que mi papá decidiera acercarse, ella era la única, no se como me encontró, no se como supo quien era yo, yo solo se que desde que conocí a esa hermosa muñeca, con esos enormes ojos azules iguales a los míos, me llenó de alegría y de una esperanza silenciosa, de que algún día iba a poder tener una familia, una de verdad, una unida, no una rota.

—Cuando le conté de ti, me sonrió —en ese momento se volteó y me miró directamente— y me dijo: No la conozco Brad, no se quien es y quiero saberlo, pero se y hay algo que me dice que has encontrado la chica que te pondrá en orden y que te abrirá el corazón a muchas cosas, ahora definitivamente puedo morir en paz porque se que alguien además de mi te va a cuidar.

—Yo le dije: cállate tu me vas a cuidar hasta que yo este viejo y lleno de canas y con el trasero lleno de arrugas —dijo esto ultimo con una sonrisa triste aun viéndome— y nos reímos hasta que ella se durmió, luego cuando me estaba por ir mi papa me detuvo, y me dijo que sus últimos exámenes no salieron bien, en su ultima resonancia magnética, la maquina alumbro como un jodido árbol de navidad, y que a partir de esa misma mañana le empezaron a aplicar quimioterapia y un poco de radiación, nada funciono…

—El domingo, cuando estaba acá contigo desde que me levante sentí que algo andaba mal, no solo por el hecho de que como todos los días Amy no me había llamado para levantarme, si no por el hecho de que yo sentía una presión extraña en el corazón —dijo aun viéndome y jugueteando con mi mano, suspiró y continuó— Mi papá nunca me envía textos, el que me envió ese día solo decía Amy y eso basto para que lo entendiera todo. Salí de aquí mas rápido que Flash, de camino a mi departamento llame a Parker para saber en donde tenían a Amy y me dijeron que la tenían en casa de su madre en Ohio, llegue a mi departamento tire toda la ropa que necesitaba en una maleta y salí de ahí a tomar el primer avión hacia Ohio...

Diario de una Maddox [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora