bubble gum smile || jalex [au]

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-Ya estoy durmiendo demasiado.

-La alarma no ha sonado, deben ser cosas tuyas.

-¿Y si no la puse? No recuerdo haberla puesto, pero no recuerdo no-haberla puesto tampoco.

-¿Recordarías no haberla puesto?

Abrí mis ojos de golpe, topándome con el blanco cielo razo encima de mí, un poco asombrado de que lograra despertarme después de deducir que algo estaba mal estando en un sueño. Analicé la textura del techo, el color de éste, medio dormido y en busca de fuera lo que fuera que me llamara la atención, había algo extraño, pero no lograba descifrar lo que era.

-¡Dios, es tardísimo!-exclamé para mí mismo al ver, que en efecto, mi subconsciente había notado antes que yo que estaba entrando más luz por la ventana de la que debería. No eran las siete, ni siquiera estábamos cerca.

Me levanté, no de inmediato, pues mi mente todavía estaba en proceso de adaptarse al nuevo estado en el que me encontraba, lo que me costó unos minutos más mirando la cubierta de mi habitación. Cuando al fin estaba de pie, tomé mi celular con torpeza dándome cuenta de que eran las diez y cinco de la mañana, me había perdido la primera clase ya y estaba a punto de llegar tarde a la segunda.

Me vestí lo más rápido que pude, sin darme cuenta que me estaba poniendo la misma ropa que el viernes, pero, en mi defensa, era lo primero que vi, y ya estaba lo suficientemente ansioso como para forzar a mi cabeza a concentrarse en otra cosa. Con un poco de suerte nadie se daría cuenta, no era como si yo tuviera un armario variado, de hecho hasta la gama de colores era parecida, además, no había nada que una buena capa de desodorante no cubriría. Intenté arreglarme el cabello, lo que fue inútil, como dije, estaba muy estresado como para hacer algo coherente, así que opté por usar un beanie para esconder ese desastre.

Agarré una galleta que quedaba de un paquete que había comprado el sábado para desayunar e hice una nota mental para pasar por un café antes de llegar a la universidad. Tomé mi mochila y casi salía del apartamento cuando recordé que debía llevar las telas que habíamos teñido. Agradecí a Kevin por imprimir el reporte de práctica y me dirigí hasta la entrada dando una caminata extraña por decir lo menos.

-Se te hizo tarde-mencionó Alex como si no fuese obvio recargado en el marco de la puerta de su apartamento-, a ti nunca se te hace tarde.

Era el peor momento para que mi cuerpo dejase de funcionar, mas era inevitable estando frente al chico. Maldije al universo, a Dios, a quién haya manipulado mi alarma justo para encontrarme con él estando de salida y apurado. ¿De verdad tenía que pasar hoy? Mis ojos no perdieron la oportunidad de recorrerlo por completo, y es que siempre lucía adorable, llevaba una sudadera sin cierre ni gorro, color blanco con dos franjas horizontales sobre su pecho de rosa y verde pastel. Vestía shorts cortos de estilo femenino, con aperturas anchas, además, estaba usando los mismos tenis del viernes, ahora con diferentes agujetas, tal vez porque las otras se habían manchado con vómito. No llevaba maquillaje, ni una pizca, excepto por un blush un tanto llamativo, que le quedaba de maravilla. Estaba tan inmerso admirándolo, con la boca semi abierta, debo admitir, que pasé por alto un detalle muy importante.

-¿Có-cómo s-sabes que, que voy tar-tarde?-titubié ya sin prisa.

Él sonrió con superioridad, aguantando una risa coqueta y volteando hacia otro lado-. Si esta fuera tu hora de salida, te habría visto alguna vez por la dulcería-me explicó como si fuera lo más simple del mundo, sacando de su bolsillo delantero una paleta morada, probablemente de uva, destapándola y metiéndosela a la boca-. No eres muy silencioso, todos los días, a las siete cuarenta y cinco bajas las escaleras, por lo que supongo que a esa hora te vas a tu universidad-se sacó el dulce y giró el palito de éste, como analizándolo de todos los ángulos-. Podrás decirme que esta vez no tuviste tu primera clase o algo así, pero llevas la misma ropa que usaste el viernes, apestas a desodorante y cuando abriste la puerta traías una galleta en la boca.