Una Sombra De Lo Invisible - April

Una gran Sorpresa

Toda la noche estuve pensando ¿Será una cita o solo una salida?, Me encontraba confundida, no sabía lo que sentía por el, tal vez solo sea un poco de aprecio porque el noto mi presencia o tal vez me estoy enamorando, comenzó a llover, desde mi habitación escuchaba como caían las gotas, parecía que cada gota era un  pensamiento nuevo, me estaba ahogando Ami misma, ¡Estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua!, Parecía que no dejaría de llover, ¡Tal vez se caiga el cielo!  De la nada el sonido me acurrucó y quedé profundamente dormida, no tardó en despertarme un trueno, me fijé en el reloj ¡Dios mío! 4:30 am, intenté seguir durmiendo pero me inquietaba bastante ¿Mi cita o salida?, No sabía que ponerme o como peinarme para que Marck me viera bonita, realmente me quería ver bien, comencé a buscar ideas de peinados, ví tutoriales de como tener una cita, cosas que debes de hacer, cosas que no, cosas que no puedes olvidar, empezé a buscar lo necesario para no quedar en ridículo ¡Mi cabeza otra vez comenzó a imaginar muchas cosas!, Fui por un vaso de agua ala cocina, para tranquilizarme un poco,  todavía estaba un oscuro, estaba tan preocupada por mi cita que olvide lo miedosa que soy, tome mi vaso con agua y comencé a caminar hacia mi habitación, en la puerta de atrás se escuchaban pequeños rasgusños, No les voy a mentir que sentí un miedo enorme, pero una curiosidad más grande que mi miedo, ¿Será este mi fin?, Dicen que la curiosidad mató al gato, ya saben lo que pasa en las películas de terror, cuando al protagonista le da curiosidad algo, se gana una maldición o algo por el estilo, ¿Acaso llegó mi hora? pero me llene de valor y abrí la puerta, en ese momento estaba muy asustada pero me lleve la gran sorpresa que no era nada, sentí un alivio enorme, baje la mirada ¡Diooooos! Era un perrito, estaba muy asustado, supongo que llegó aquí por la lluvia, estaba mojado, se ve que tenía frío y hambre, no sabía si dejarlo afuera a su suerte o dejarlo entrar, mamá me regañaria por traer un animalito a su casa, y posiblemente lo regalaría, pensé ¡El que no arriesga no gana! Así que lo tome en mis brazos, cerré la puerta, fui ala cocina, busque algo que pudiera comer el perrito y rápidamente subí a mi habitación, ¡Era un perrito muy lindo! Lo puse caliente y lo alimente, comencé a contarle mi vida como si me logrará entender, ¡Dios, estoy loca, ¿Quién habla con un perrito?, Supongo que varias personas lo hacen, Después de un rato me quedé dormida, esperando con ansias la hora de mi cita.