●Cinco○

618 66 2
                                    

— ¡Buenos días a todos! –Comenta despertando de golpe a varios dragones quiénes sólo gruñeron por lo bajo–. Oh vamos, no me digan que los lindos bebés están cansados.

Dice burlándose de éstos, minutos más tarde se fueron levantando poco a poco dejando satisfecha a la rubia ceniza.

– Así me gusta. Obviamente que yo, ___ lograría domar a las bestias más salvajes que existen en éstas tierras, los más temidos, gruñónes e importantes... ¡Los dragones! –Proclama ésta acariciando a uno–.

Sigue riendo mientras lo acaricia, el día de hoy tocaba lo más pesado para ella. Chequeo mensual de suministros, su peor pesadilla.

La mañana transcurrió aburrida, suministrar todo no era una tarea fácil, mucho menos para una sola persona rodeada de dragones quiénes sólo la observaban curiosos a lo que hacía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La mañana transcurrió aburrida, suministrar todo no era una tarea fácil, mucho menos para una sola persona rodeada de dragones quiénes sólo la observaban curiosos a lo que hacía.

Era aproximadamente casi pasada el medio día y por fin había terminado todo. Se levantó del tronco para estirarse e incorporarse inmediatamente, fue en busca de su fiel amiga quién se encontraba en busca de un buen lugar para descansar, cosa que no duró mucho al ver a la rubia.

– Hey preciosa, ¿Lista para ir a divertirnos un rato? –Comenta mientras veía cómo Shiori se levantaba del suelo–. ¿Qué dices?

La Furia Nocturna asiente esperando a que la humana suba en ella, cosa que no tardó demasiado pues lo hizo rápidamente.

El joven caminaba tranquilamente por el bosque tratando de anotar cualquier anomalía que se presentara a su alrededor, junto a él, iba su fiel amigo quien olfeteaba cualquier cosa que viese

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El joven caminaba tranquilamente por el bosque tratando de anotar cualquier anomalía que se presentara a su alrededor, junto a él, iba su fiel amigo quien olfeteaba cualquier cosa que viese.

– Ahh...¡Ni una señal de su existencia, Chimuelo! –Comenta el castaño guardando su libreta en una pequeña parte de su ropa–. ¿Deberíamos rendirnos?

El furia nocturna ve con enojo a su amigo, seguido de eso con su larga cola logra tirar al suelo al humano quien se quejó al estrellarse contra el duro piso.

– ¡Okey, Okey! ¡Entendí! Seguiremos buscando...

A lo lejos, una voz se escuchó. Parecía estar tarareando alguna canción desconocida para este.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 30, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Su Mirada Esmeralda Me Llevó Hacía Tí. •||Hiccup y tú||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora