Pequeña princesa, dime, ¿Qué es lo más valioso en la vida? ¿Tú reino o el amor?
Hiccup Haddock, dime, ¿Qué te importa más? ¿Regresar o quedarte a lado de la princesa?
— ¿Quién soy yo? ¿Porqué debería decírtelo? —Cuestiona la femenina—.
El castaño mira de manera incrédula y confundido a la chica. Sabía muy bien que no debía acercase, a menos de que quiera otra pelea.
— Hiccup, Hiccup Haddock. —Da por respuesta—. Ese es mi nombre, soy hijo de Estoico. De las tierras de Berk, específicamente de las islas de Berk..
— ¿Islas de Berk? —Murmura confundida—. Jamás había oído hablar de tus tierras, Haddock.
— ¿No? Mayormente casi todos conocen de Berk...es una pequeña sorpresa. Pero fuera de esto, ¿Podrías presentarte?
La rubia ceniza duda en responder, pero opta en confiar en el joven.
— ____...mi nombre es ___. Espero que no vengas a interrumpir la paz de mi reino. —Comenta mientras observa como su dragona la protege—. Tranquila linda, todo está bien.
Su acompañante gruñe en respuesta, dando a entender que no dejará de estar en guardia.
— ____, es un placer en conocerte. No, sólo venía de paso. De hecho, mi amigo y yo no venimos a causar problemas....espero que puedas confiar en nosotros.
La rubia analiza las palabras del joven, suspira y asiente en respuesta.
— Tengan cuidado con las trampas, nos vemos. —Se despide caminando por el lado contrario, siendo seguida por su dragona—.
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Hiccup.
— ¡Se fue! Y no le preguntamos sobre su dragón..que estúpido fui.
Chimuelo lo empuja suavemente para darle a entender que no importaba.
— No, si importa amigo. Es otro furia nocturna, eso significa que aún no estás solo. —Explica caminando en círculos—. Mejor vamos a explorar un rato, ¿que dices?
El Furia nocturna empieza a moverse de un lado para otro, dando a entender que estaba de acuerdo, haciendo que su el chico riera.
— Bien, bien, ya entendí.
Y sin más, entre los dos empiezan a explorar el lugar. Algo nuevo no estaría mal, ¿no?
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______.
Sus pies descalzos tocaban el agua fría, el sonido de los pájaros cantando y el agua correr era tranquilizador.
Se podía escuchar claramente los pequeños chapoteos que hacía al momento de caminar y recoger agua del río. Su cabello rubio cenizo se iluminaba por la luz del sol y el reflejo que este daba.
Su acompañante descansaba sobre las piedras, moviendo las orejas ante cualquier ruido de la naturaleza.
— Hey, Shiori...—Llama a su amiga, haciendo que esta abriera sus ojos y la viera—. ¿Crees que hice bien en dejarlos? Digo, pueden ser una amenaza y yo los deje libres.
La Furia nocturna niega mientras se levanta y se acerca a la chica con pesar, al llegar a su lado deja que la femenina suba tarros de agua en ella.
— Gracias, prometo darte suficiente comida cuándo volvamos. —Sonríe acariciando suavemente la cabeza de la dragona—.
Esta se agacha para dejar que su amiga suba en ella, ___ capta para después subirse a su lomo. El dragón extiende sus alas para empezar a volar, en el transcurso, hojas y polvo se levanta del suelo.
— Si, vamos a casa.
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Su mano posa en la manta, tocándolo suavemente mientras miraba con atención la fina seda. Se detiene al ver un pequeño hueco en este, la leña cruje al momento de caer y cenizas salen de la pequeña chimenea donde hay fuego para dar calor.
— Mi día a día cambia...—Murmura dejando la gran maquina de madera—. Y la vida sigue.
Voltea a ver la noche desde su ventana, logrando apreciar como la flora iluminaba los caminos.
Pequeñas luciérnagas volaban alrededor de las flores que iluminaba el lugar. La rubia se levanta de su asiento y camina hacia la ventana para cerrarla y no dejar que el frío entrase más.
— Mañana será un nuevo día, un nuevo comienzo. Buenas noches..
Se aleja para empezar a apagar el fuego y las velas que tenía en la habitación.
Mientras tanto, afuera de su cabaña la joven furia nocturna vigilaba el lugar con los demás dragones a su alrededor.
El cielo estrellado y la luna iluminaba el lugar, junto a la flora y fauna.
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To be continued.
Gracias por seguir con la lectura a pesar de que no me conecto mucho ♡
Les traigo este pequeño y corto capítulo, espero que lo hayan disfrutado tanto como yo lo hice al escribirlo.
