Teddy.

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Dejé a Jake y fui corriendo tras Teddy, que se encerró en el baño de la planta superior.
-Ted, abre soy yo.
-Déjame estar sola, no quiero hablar.
-¿Qué ha pasado?
-Nada, ve con Jake.
-Por favor, no puedo dejarte así, abre.
Al fin entró en razón y abrió la puerta, cuando entré cerré, y estaba tirada en el suelo del baño, tenía la cara muy pálida, y la mirada perdida.
-Teddy, por favor, dime que te esta pasando.
-Es complicado May, y las paredes oyen, te lo contaré en otro momento.
-¿Tiene que ver con el chico ese?
-¿Te refieres a Chris? Si, -dijo con la voz quebrada y mirando a la nada-
-Será mejor que volvamos a casa, no quiero que estés así aquí.
-Por favor, vámonos de aquí May, no puedo estar aquí.
Llame a mamá para que viniera a recogernos, pero como siempre, estaba ocupada com sus amigas y no podía venir, así que no teníamos otro remedio que ir andando hasta la parada de autobús.
Durante el camino hubo mucho silencio, no quería decirle nada para no meterle más presión, pero estaba muy preocupada por Teddy, ese chico me da muy mala espina, ha tenido que pasar algo muy malo. Sus palabras cortaron mis pensamientos
-Oye May, ¿Puedo quedarme a dormir en tu casa?
-Claro, mis padres no están y Gus estará en casa de algún amigo, así que allí podemos hablar lo que ha sucedido.
El camino en autobús fue muy amargo, cuando miraba a Teddy podía ver dolor en su mirada, sus ojos no tenían brillo, nunca la había visto así.
Cuando llegamos a casa la cogí de la mano y la dirigí hasta mi cuarto, la senté en la cama y yo tomé asiento a su lado.
-Ahora si Ted, ¿Qué ha pasado?
-No se cómo decírtelo.. Tampoco me apetece mucho hablarlo ahora May, estoy cansada y no quiero pensarlo más, dame sólo unos días y te lo contaré todo, antes tengo que aclarar mi mente.
-Está bien, pero sea lo que sea, estoy aquí para todo.
-Que haría sin ti -se le cortó la voz y le calló una lágrima-
-Creo que será mejor que durmamos.
Teddy no dejaba de dar vueltas en la cama y de tener pesadillas, ya que no paraba de gritar en sueños, necesito saber que le pasa para ayudarla, me duele verla así.
Mi móvil iluminó su pantalla, y vi que era un mensaje de Tyler
*¿Qué ha pasado? Te fuiste sin avisar..*
Joder, me había olvidado de Tyler, ni siquiera le dije que me iba, mi cabeza en ese momento estaba pendiente de Teddy.
*Perdón, Teddy se sentía mal y la traje a casa, se me olvidó avisarte... *
Su respuesta tardó poco en llegar
*Ah, me había asustado al mi verte, si quieres podemos quedar el próximo viernes, una cita oficial, ¿Qué te parece?*
¿Una cita? El corazón me iba a mil, estaba muy ilusionada.
*Bueno... Ya veremos ;) Buenas noches*
¡UNA CITA! ¡Yo May Foster voy a tener una cita! Creo que el mundo va a acabar pronto, porque esto es imposible, por fin algo tiene un poco de sentido, por fin...

A la mañana siguiente, cuando desperté Teddy ya no estaba, me resultó raro que se fuera sin despedirse, y sin dejar una nota.
Dejé esos pensamientos ya que uno nuevo interrumpió los anteriores: llegaba tarde a clase.
Me vestí lo más rápido que pude, opté por unos vaqueros pitillo negros, una camisa roja de cuadros y mis converse blancas.
Salí disparada hacia la cocina donde todos estaban desayunando.
-Buenos días, creía que estabas enferma y que por eso no has bajado -dijo mamá-
-Me he quedado dormida.
-No pasa nada todavía tienes tiempo a desayunar. Oye cielo, ¿Soy yo o te has quedado más delgada?
-Eh... Sí, estoy yendo al gimnasio con una compañera y intento comer más sano.
-Si es sano lo veo bien, te hacia faltar perder unos kilos.
Muchas gracias por el comentario señora madre.
-Vale.
-Siéntate a desayunar, todavía tienes tiempo a comer una tostada o cereales.
-Oh no mamá he quedado con Ariana en la puerta del colegio y tengo que salir ya, así que hazme un sándwich y me lo como por el camino.
-Está bien.
-Vamos papá, Gus, id ya al coche tengo que irme.
Cuando llegamos al colegio esperé a que Gus se fuera con sus amigos y tiré el sándwich a la basura, nadie se dio cuenta.
Una vez dentro del colegio, no veía a Teddy por ningún sitio, ni a Ariana.
De repente escuché unas voces que me sonaban por desgracia.
-Oh mirad a quien tenemos aquí, creía que traer animales estaba prohibido, sobre todo si son vacas. -dijo Maddie-.
-Maddie, no te he hecho nada, ¿Por qué me odias tanto?
-Eso a ti te da igual, no sé qué hago hablando con este cerdo. Mejor me voy a ver si tu gordura va a ser contagiosa, chicas vámonos.

¿Por qué me odia tanto? ¿Qué le he hecho? Solamente intento caerle bien a la gente y me llevo demasiados palos.

La mañana pasó muy lenta, las palabras de Maddie retumbaban en mi cabeza una y otra vez, tenía que adelgazar, tenía que ser delgada para demostrarle que puedo hacerlo.

Cuando acabaron las clases no había rastro de Teddy ni Ariana, así que cogí el autobús para irme directamente a casa. Me puse los auriculares y comencé a escuchar "Arctic Monkeys" a todo volumen, y de repente me llegó un mensaje de Jake.
*Tenemos que hablar. Es importante. Te veo en el camino del bosque a las 17;30.*

El diario de MayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora