Capítulo 13.

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Regularmente las "citas" festivas de Jungkook y Taehyung se resumían en cada uno yéndose por su lado. La madre del azabache los llevaba al supuesto lugar para la "cita", y luego de allí cada quién podía hacer lo que quisiera. Por otra parte, eran transportados por la mayor debido a que al principio no se fiaba de la veracidad de la relación de los menores, y quería constatar con sus propios ojos la asistencia a la aparente reunión, sin embargo, luego de un tiempo simplemente se hizo costumbre, porque Jungkook sabía conducir y tenía licencia.

Esta era una ocasión partícular, a Taehyung se le había hecho tarde para su usual compromiso de domingo, por lo que respetuosamente le pidió a la señora Jeon que cambiara la ruta. Tampoco quiso pedirle mucho más puesto que la mayor lucia algo cansada, y bastante pálida.

Jungkook se sorprendió bastante cuando su madre se estacionó en la calle del Orfanato Kkum. No había nada por allí, salvo ese lugar y unas cuantas casas a los costados. ¿Qué podría querer Kim en un lugar como ese? ¿Tendría amigos por allí, acaso?.
Jungkook no preguntó nada, y en silencio se bajó del auto junto al menor. Esperaron sobre el asfalto hasta que la señora Jeon dió la vuelta y se marchó, entonces Taehyung le hizo una señal a Jungkook, indicándole que ya podía retirarse, pero ahora el azabache se encontraban supremamente intrigado y curioso, por lo que ignorando la sugerencia del castaño, le siguió de cerca para comprobar que sí planeaba entrar al orfanato.

—Jungkook, deberías irte — sentenció Taehyung, a puertas de la sala de espera del lugar. Varias enfermeras saludaban entusiastas al castaño que aparentemente era conocido en el sitio.

—No tengo nada mejor que hacer. — quiso explicar — Es mi día libre — agregó.

Taehyung se limitó a entornar los ojos y espetar entre dientes un: "haz lo que quieras".

Registraron su visita en recepción, y se dieron paso por las pasillos blancos del lugar, no había niños en esa zona; por lo que Jungkook había entendido, todos estaban en horas de desayuno. Sin embargo, a lo lejos, se distinguió una pequeña niña castaña, de unos 3 años más o menos, correr torpemente hacia ellos.

—¡Oppa! — la pequeña castañita corrió a brazos del menor quién la recibió gustoso. La niña se aferraba con fiereza al cuello de Taehyung, e inhalaba feliz su aroma; dejándose hacer de las caricias dulces del contrario sobre su melena desmarañada.

—¿Te has portado bien? — cuestionó Taehyung, a lo que la niña asintió rápidamente — ¿Ya te cepillas tus dientecitos solita, como te enseñé? — otro asentimiento de cabeza — ¿Y cómo va esa herida en la manito? — quiso saber Kim, analizando la palma diminuta de la bebé.

—Sanó, oppa — fue su contesta, extendiéndole la manito para recibir un besito curador de su mayor sobre la zona afectada.

Jungkook se sentía un poco fuera de lugar, como fuera de órbita, porque literalmente esos dos estaban en su propio mundo, y nadie podría perpetrarlos o siquiera intentar levitar junto a ellos.

—No viniste la semana pasada — le reclamó la menor, abultando su belfo inferior en un puchero. — Extrañé mucho a oppa. — mencionó, adhiriéndose a el castaño en un abrazo cariñoso en el que sus brazos cortitos no alcanzaban para rodear al mayor.

Jungkook río bajito, enternecido ante la escena.

—Perdón, Suni. Oppa estuvo muy atareado con los deberes de la escuela. — se excusó Taehyung, correspondiendo al abrazo de la pequeña con dulzura.

Y era cierto, Taehyung había asistido al campamento de artes, dos semanas estuvo lejos, no solo de Suni sino también de Jungkook, con quien de hecho no había hablado desde ese día en la escuela.

The Only One [Kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora