Capítulo I

248 14 2
                                    

Son las 2:46 a.m, otra noche más sin dormir. Desde qué te fuiste todo ha cambiado mucho, mis amigos dicen que el tiempo cerrará la herida, pero han pasado meses y la herida no sana. Te marchaste sin decir adiós, de un día para otro me dejaste de hablar, y a estas alturas sigo sin saber el por qué. Bueno, si sé el por qué, a nadie le gusta estar con personas que están tristes todo el tiempo. Estoy rota, estallé en pedazos, pero llegaste tu y le diste un poco de sentido a este caos, parecía que ibas a sacarme de este pozo oscuro, y cuando faltaba muy poco para salir me soltaste la mano y caí más profundo. Cogiste mi corazón y lo rompiste en mil pedazos. Me equivoqué al pensar que podías quererme como yo te quería. Cada noche pienso en ti, y es inevitable que se escapen lágrimas.
Recuerdo cada palabra, cada momento, cada silencio, cada sonrisa, ese es mi problema, el recuerdo. Porque cuando menos te lo esperas, ese recuerdo vuelve y el dolor se apodera de tu alma.
Te fuiste y te llevaste contigo una parte de mi.

Rain.

Corazones rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora