No quiero ser una carga, ni que mis problemas se conviertan en los tuyos.
No quiero obligarte a que te quedes hasta por la mañana todas esas noche que paso llorando, pero... tengo un sentimiento parecido a la necesidad...de que lo hagas.
Todo el mundo sueña y duerme mientras yo me ahogo, mientras me hago daño. Y no quiero que sientas que tu obligación es cuidarme pero... de nuevo, tengo esa extraña sensación parecida a la necesidad.
Y odio este verbo. Y nunca lo utilizo porque es daño pero, por desgracia necesito a alguien y por suerte, ese alguien eres tú.
Odio que estés lejos de mí. A veces, no puedo ni soportarlo. Me hiere cada milímetro que nos separa cuando tengo frío y me urge un abrazo.
Me destruye cada centímetro que te aleja de mí cuando mi piel pide sentirte.
Te echo de menos y debería decírtelo más.
Mi corazón le pega puñetazos a las paredes de mi cuerpo gritándome que te llame y te diga que estoy enamorada de ti. Que compartas insomnio conmigo. Que al menos quiero escucharte respirar fuerte mientras descansas.
Mi cabeza me pide por favor que no lo haga. Que te deje tranquilo, que te cansaré y saldrás corriendo. Y el conjunto entero simplemente sabe que te quiere.
Que ojalá entregarte una caja con mis ganas de amarte y seas consciente de ello.
Que a la mierda el miedo y todo lo anterior. Que me has hecho recuperar la fe en el amor.
Hagámoslo. El amor.
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Corazones rotos
Proză scurtăSe que muy dentro de ti te estás pudriendo. Que ya no te quedan sueños. Que tu corazón está más que roto. Que tu alma está destrozada. Que tu cuerpo, aún está de pie; pero tú interior está muerto.