Táchalo de la lista.

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Hoy vas a tachar de la lista de propósitos muchas cosas.

Tacha lo de estar menos con el móvil, tacha lo de ir más al cine, lo de despertarte positiva los lunes y lo de acostarte antes de las doce. Tachalo con rabia porque eres idiota, porque esto se acaba, los días están contados y no estamos para tonterías. Olvídate de mantenerte organizada y comer más verduras. Olvídalo.

Escribe en una hoja nueva que ya no eres la de antes, escribe que has cambiado y que ahora todo se apaga, escribe en mayúsculas y apretando mucho con el boli, que estás muerta por dentro y hay que revivir.

Apunta que no es un propósito a corto plazo, aprende a aceptar las consecuencias. Lo negativo llega pronto y por lo tanto lo bueno atormenta.
Apunta que te duele, que no estás sola pero así te sientes entre tanta multitud. Que te consta que lo intentas, que a veces hasta lloras de alegría, pero esa misma te abandona y te hace sentir fría.                                                                                                                                                                                Escribe en ese papel que te sientes una inútil por gritar todos los días, por pegarle a una almohada y encharcarte en agonía. Que no lo saben, que se hacen los sordos, que te han destruido poco a poco, que no lo admiten, que no les duele, que se marchan y no volverán aunque tú quieres.

Que él te ama, que hay quien da su vida por ti, pero qué más da si la tuya se derrumba. Que discutís, que se enfada, que caes, que te levanta. Que es un sube y baja, que te estás congelando, que el tiempo todo lo cura pero a ti te está matando.
Apunta que te vas a poner bien. Apunta que necesitas ayuda y la vas a tener. Apunta que dejarás de dañarte y escribe en otra hoja que hoy vas a conquistarte. Escribe que hoy te levantas solo para gustarte, que te mirarás al espejo y vas a perdonarte.

Que es difícil, que es muy duro, y que mañana tal vez no puedas, pero promete que al día siguiente sí que juegas. Tómatelo con calma, abrázate por dentro. Inclínate hacia abajo y besa tus cicatrices. Hoy vas a estar bien, mereces esta calma. Después de todo esto, no te derribará nada.

No te rindas por favor.

Corazones rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora