La Venganza De Los Herederos ✅

11. Zonas peligrosas

Mientras estaba en clase los pensamientos se me nublaron, pensaba en cosas sin sentido en ese momento, como mi tiempo compartido con Luke que nunca supe que le pasó un día puff y nunca supe nada de el. Han pasado casi 4 años y sus recuerdos aún me atormentan, aunque eso no duró poco, la acción de salida de mis compañeros me hizo saber que la clase había terminado y cuando estuve a punto de salir mis alrededores se tornaron oscuros, una niebla negra estaba entrando por todas partes, mis compañeros como era de costumbre estaban alterados y gritando un anuncio de la directora diciendo que fuéramos al Gran Comedor son por todos los lugares del castillo, mi mente solo pensaba en que era un tipo de accidente o algo por el estilo pero esto apenas comenzaba, al llegar al Gran Comedor me puse en una esquina esperando a que alguno de las bestias que viven conmigo llegará.

Gabriel fue el primero

-Hola- se acercó a mi -Sabes lo que pasó- se sentó junto a mi

-No.

-Gracias por ser tan habladora- me contestó sarcásticamente

En un rato más todos estábamos juntos en una esquina sin hablar viendo a todos, aquella niebla cubría todos los ventanales no se veía la luz del sol solo oscuridad y temor. Se notaba que nadie parecía saber lo que era aunque los profesores estaban preocupados y no dejaban salir a nadie era una especie de niebla maligna o una maldición, Los minutos pasaban sin que nada interesante pasará hasta que las puertas del Gran Comedor se abrieron rápidamente dejando ver a 7 personas vestidas completamente de negro que entraron con unas máscaras muy aterradoras, Los profesores hicieron una cadena mientras lanzaban hechizos contra ellos.

Aunque ni cosquillas les hicieron porque con un gran hechizo que hizo uno de ellos los desmayo, dejándonos solos, 7 personas que eran más poderoso que los profesores y unos adolescentes que apenas sabían invocar un poco de fuego.

-Que está pasando- Riley se levantó del suelo seguido de Landon

-Quienes serán- pregunto Gabriel

-Averigüemoslo- Allie se levantó detrás de mí para que así yo camara hasta donde estaban aquellas personas

-Esto es mala idea- repetía Mattheo una y otra vez

-Callense- cayendo llegamos a donde estaban ellos uno de ellos dio un paso adelante

-Quienes son ustedes- Mi voz era firme y fría tenía una pizca de curiosidad pero no sé notaba mucho

Uno de ellos miro a todos poco a poco hasta posarse en uno

-Somos Turgåerne- era otra lengua lo cual me dio curiosidad

-Y que quieren.

-A la chica- uno de ellos el mas alto y fuerte que puso a dormir a todos los profesores má apunto

-¿!Yo¡?- Mi voz se aguado aunque no mucho -Porque.

No de ellos me tomó del brazo jalándome hasta su pecho -Dios sé quién es- fue lo único que pide pensar antes de que todo en mi se nublara y me desmayara

(***)

Desperté en una habitación oscuro con solo una lámpara en la esquina de este iluminando todo lo que podía, la cama era bastante incómoda y ruidosa

—Que mierda paso— me toque el cuello el cual lo tenía adolorido —Mierda— dije cuando me toque mi cuello

Me levanté de la cama me percate que aún tenía mi uniforme pero no tenía mi varita —No seas estúpida te secuestraron obvio que no te la iban a dejar— me levanté a donde estaba la puerta y pide escuchar unas voces que hablaban en susurró

—OIGAN!!! SAQUENME DE AQUÍ— grite con mis fuerzas pero nada dio resultado

No esto no puede estar pasando.

Me senté en la cama con unas lágrimas en los ojos, los espacios cerrados los odio. No quería que las horas pasarán pero a mí mala suerte eso pasaba, me percate que la lámpara al tocarla se elevaba más la frecuencia de luz —Algo bueno al menos—.

Había una mesa pequeña con un libro arriba, la verdad que más hay que hacer, tome el libro dispuesta a leerlo cuando de la nada la puerta se abre dejando ver a un hombre siniestro y muy alto.

—Muevere niña— aquel hombre entro a mi habitación y me tomo del brazo muy fuerte

—A donde vamos— investigue mientras me trataba de soltar de su agarre lo cual era absurdo el era muchísimo más fuerte que yo

—No quiero hacerte daño— me tomo fuerte del otro abrazo y me saco de ahí

—No!!— trate de soltarme y querer quedarme ahí aunque no me gustaba no sabía lo que pasaría ni a donde me llevarían

Ojalá y mis amigos me ayudarán...