A la mañana siguiente, al despertar fui directo a la cocina y prepare el desayuno, pues moría de hambre, terminando de desayunar, hice mi aseo personal y me acosté un momento, tome mi celular el cual estaba lleno de notificaciones, la mayoría de Edgar reclamándome, pero no les tome importancia y los borre, termine de checar mis notificaciones, solo me quedaba una y era de un numero desconocido, ya podía imaginarme quien era... abrí la notificación y efectivamente era LucaCHAT.
Luca—hola linda, espero que hayas llegado bien a tu casa.
Luca—por cierto soy Luca.
--hola luca, si llegue bien, gracias por preguntar, como estas?
Luca—muy bien linda, un poco cansado, pero nada que no se pueda solucionar.
--dormiste muy tarde anoche?
Luca—no, de hecho, cuando tú te fuiste, también decidí irme yo.
--creí que te habías quedado más tiempo.
Luca—no, la verdad es que me iba a aburrir y si me quedaba, probablemente iba a tomar y no quería eso.
--muy bien Luca, eres responsable.
Luca—jaja, no siempre, pero bueno, ¿dime linda estas libre esta tarde?
--mm.... sí, por?
Luca—te gustaría salir conmigo? No se al cine o a un café, no lo se tu dime linda.
--claro, te parece si nos vemos en Palm Beach?
Luca—por supuesto linda, te veo allá!
FIN DEL CHAT.
Termine de leer el mensaje y me pare para cambiarme de ropa, porque me había puesto pijama, no tenia pensada salir, en fin, me cambie y Sali directo a Palm Beach.
Ya había llegado, estaba en la entrada principal y estaba a punto de avisarle a Luca que ya había llegado, pero escuche que me llamaba, voltee y confirme que era el.
--hola Luca, estaba a punto de mandarte mensaje.
Luca--hola Laura, lo se, lo siento tarde un poco, no había lugar para estacionarme.
--no hay problema, entramos?
Luca—claro linda, después de ti.
Entramos y empezamos a recorrer el lugar, la verdad es que Luca es muy divertido, siempre tiene tema de conversación, después de un rato decidimos entrar al cine, vino una de terror y yo estaba que lloraba del miedo, Luca se dedicó a hacerme burla todo el día por eso....
Ya era de noche, lo que significaba volver a casa, Luca y yo nos despedimos, no sin antes prometer que volveríamos a repetir la salida, llegue a mi casa y por primera vez en dos semanas, no estaba triste o pensativa, al contrario, estaba muy feliz, salir con Luca me había servido demasiado...