Aflicción © #2 ✔

❝FINAL❞

Mar caótico.

El viento se envolvía en mi cuerpo mientras mi cabello se movía al compás gracias a éste, trataba de protegerme un poco de aquella fría brisa con mis brazos mientras mis descalzos pies se perdían entre la arena blanca que había en aquella hermosa playa.

En este hermoso lugar el cual significó muchas cosas en mi vida.

El vestido blanco con dos tiras que tenía puesto hacía que sintiera un poco más el aire fresco de lo común, pero sin embargo no me importó en aquel momento. Mientras mis pasos avanzaban cada vez más, inconscientemente con mi mano derecha envolví entre mi dedo índice un mechón de mi largo cabello castaño mientras mis ojos se encontraban perdidos en el océano que tenía frente a mi.

Aquel lugar lleno de paz y armonía en el que flotábamos sin ninguna preocupación en el mundo, a veces cuando mis ojos se perdían en ello me hacía recordar el tiempo y la experiencia misma de la vida a través del las olas. Cerré los ojos por unos segundos, sintiendo esta extraña sensación de tranquilidad en mi cuerpo y como mi mente se relajaba por completo, casi como si estuviese en el paraíso.

Quizás era su olor, su color, su temperatura, su brisa, o la inmensidad de la superficie del agua... lo cual me hacía sentir con tanta paz. El movimiento del mar y su inmensidad hipnotizante, generaba una sensación de bienestar y seguridad en mi.

Cuando decidí abrir mis ojos por completo, a unos cuantos metros de donde yo estaba se encontraba una persona. Tenía ambos codos apoyados detrás suyo en la arena y se encontraba sentado observando aquella obra de arte la cual se asemejaba frente a nuestros ojos.

Alcé mis cejas algo confundida, y sobre todo sorprendida.

Entonces lo entendí todo desde un principio, entendí tantas cosas que no sabía como sentirme en ese momento. Era una pequeña mezcla de felicidad y tristeza... pero sobre todo la primera. Quizás sonaba egoísta, quizás sonaba como alguien indiferente; pero demonios, en este momento... no me importaba nada de ello.

No me importaba nada.

Terminé suspirando para luego tragar en seco y luego de pensar por unos segundos, di el primer paso para así empezar a caminar hacia aquella persona, la cual me había hecho entrar una extraña sensación. Mientras sentía como la arena se mezclaba entre mis dedos y escuchaba el sonido de las olas hacer el mismo movimiento repetitivo de acercarse y alejarse de la costa, la suave brisa se hizo presente en mi cuerpo.

Cuando ya me encontraba a solo un metro de aquella persona, un escalofrío recorrió toda mi espina dorsal y entonces supe que esto era real. Esto estaba sucediendo.

Moví un poco mi cabeza para observarlo de frente, y mis ojos aún se quedaron sorprendidos al mirar lo que se encontraba frente a mi. Mis manos empezaron a temblar y mi frente de un momento a otro, ya tenía una pequeña capa de sudor.

Él negó con la cabeza mientras sonreía de lado.

—Tardaste mucho —habló sin dejar de sonreír.

Se encontraba vestido con una camisa blanca que tenía los primeros tres botones desprendidos y unos jeans.

Entonces su grandes ojos cafés se cruzaron los míos, y sentí que volví a respirar después de estar tantos años a punto de ser ahogada.

—Holden...

—Hola, amor.

Amor. Eso fue lo único que necesitaba escuchar para desplomarme en el suelo y que varias lágrimas rebeldes se escaparan de mis ojos, quería abrazarlo, quería decirle tantas cosas pero en este momento solo me encontraba llorando... debía estar haciendo un papel de ridícula en este momento, que incluso me odié por unos minutos.