La tarde transcurría sin mayor inconveniente para la tripulación, Luffy, Usopp y Chopper se encontraban correteando por la cubierta, jugando y haciendo monerías. A Franky lo podías encontrar en su taller, creando nuevas mejoras para el Sunny y algunos nuevos prototipos de "suuuper" armas. Nami se ocupaba de los árboles de mandarina, mientras Brook amenizaba alegremente por los alrededores del barco. El cocinero se encontraba recargado en el mascarón, observando. Mientras que cierta pareja se mantenía con un perfil bajo, aparentemente. Zoro se encontraba haciendo abdominales de cabeza con las piernas colgadas en el barandal cercano al tobogán, desviando sus ojos de vez en vez a cierta morena amante de los libros que se encontraba sentada en la banca del mástil de proa, leyendo inocentemente un libro. Si alguno de los mugiwaras hubiera prestado un poco más de atención al libro de esta, habrían notada que estaba al revés, Robin fingía leer cuando en realidad observaba a su espadachín favorito fortalecer sus bien trabajadas abdominales.– Robin, hey Robin – le hablaba Nami, mientras pasaba una mano frente a sus ojos. La arqueóloga dio un pequeño salto y le dirigió la mirada a la chica.
-Perdona, navegante-san, estaba pensando en lo que leía en este libro – le respondió con un ligero rubor, intentando sonar lo más convincente en su mentira.
- Si, bueno, por cómo estabas habría creído que estabas pensando en algo de color verde – le dijo con una sonrisa pícara. Robin no pudo evitar sonrojarse un poco más. – Oye Robin, hace unos días fue el cumpleaños de nuestro capitán y me gustaría que al llegar a la nueva isla, le hagamos una fiesta sorpresa ¿me ayudarías con los preparativos y a decirle a los demás?
- Suena genial, navegante-san – dijo Robin sonriendo emocionada, una fiesta sería el momento ideal para disfrutarlo a lado de Zoro – ¿invitarás a alguien además de nosotros?–
- Si, solo a unos cuantos y los más cercanos, los demás han estado enviando cartas que se las daré hasta ese día, pero los que vendrán serán Torao – kun, Bartolomeo, sus respectivas tripulaciones, Rayleigh y Jimbe que volverá con nosotros – dijo Nami, pensando si olvidaba a alguien.
- Será una fiesta divertida, quiero pensar que también te emociona el hecho de sorprender al capitán ¿no es así, Nami? – Robin volteó a ver a la navegante alzando las cejas, divertida. Nami empezaba a sonrojarse y soltó una pequeña risa nerviosa.
- Ah ¿a quien engaño? – se sentó a lado de la arqueóloga – se que probablemente ya lo imaginas, pero ese tonto de goma me atrae más de lo que debería y lo peor es que siempre he pensado que el es totalmente ajeno a este tipo de sentimientos -.
- Nami, yo... - dijo Robin suspirando – yo también pensaba que Zoro era alguien incapaz de sentir atracción o amor por alguien, pero, anoche me demostró todo lo contrario – lo dijo mientras volteaba al cielo, ilusionada, sus ojos brillaban de emoción.
Al escuchar esto, la navegante volteó a ver a su amiga, olvidando un poco sus pensamientos anteriores, sonrió dichosa de saber que por fin las cosas se estaban dando entre sus nakamas.
-¡Tienes que contármelo todo! sabía que si los provocaba a estar juntos, pronto podría ocurrir algo, no me agradezcas – le dijo Nami, altanera, ambas se vieron a los ojos y comenzaron a reír.
-Hoy se encuentran especialmente contentas, bellas damas – apareció Sanji llevándoles una bebida a cada una y haciendo una ligera reverencia al entregárselas.
-Ah, cocinero-san, no te vi venir, gracias – agregó con una sonrisa Robin.
-Mi bella Robin-chwan, tu sonrisa es especialmente radiante este día – decía mientras sus piernas revoloteaban por el lugar – Y Nami-swan, estás tan hermosa como siempre -.
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La mejor apuesta del universo
FanficZoro decide sincerar sus sentimientos hacia la bella arqueóloga de su tripulación, ambos están contentos de poder llevar a cabo sus sueño juntos, pero ¿hasta donde llegará la apuesta por su relación mientras arriesgan las vidas de todo? CONTIENE LEM...