𝔹𝕠𝕦𝕟𝕕 𝟚 ∽ ⁽ᵀᵃⁿᵏᵐᵃⁿ ˣ ˢᵗᵉᵛᵉ⁾

Mañana, Tarde, Noche

Steve se levantó a las 5:20 de la mañana y después de su rutina diaria caminó hacia el edificio donde estaba Tankman mientras fumaba. El día anterior había tosido cuando Tankman le dio el cigarro porque lo había dejado un tiempo, pero ya retomaría el vicio. Subió las escaleras y tocó la puerta de su capitán. No recibió respuesta. Suspiró y se quedó viendo el amanecer por la destrozada ventana del lugar. El cielo era de un gris manchado de estrellas, pero el sol era brillante, una mezcla de felices colores claros que se fundían en el cielo. Después de recibir el frío gélido de la madrugada, a Steve le parecía una maravilla recibir un poco de esa luz cálida y suavecita que abrazaba su cuerpo.

Cerró los ojos. El silencio lo envolvía en una calma perfecta, lo único que distinguía su vista era una negrura insignificante con ligeros tonos rojizos. Estaba flotando en la nada, tranquilamente, sobrio en felicidad, nada de balas ni sangre ni muerte. Estaba... en paz, después de tanto tiempo, al fin se sentía en paz. Abrió los ojos y notó que se le habían salido un par de lágrimas. Se limpió los ojos con la manga y se sentó en el piso de concreto. Recordó como el día anterior había ido con John a hacerle compañía, y recordó como se había atragantado con el humo. Sonrió y de pronto se le vino algo a la mente ¿Acaso al pasarse el cigarro no se había formado una especie de... beso indirecto? Steve se sonrojó dentro del casco y negó rápidamente con la cabeza

-No tonto, sólo nos rotamos el cigarro- Susurró para sí mismo antes de darle una calada al suyo. Pero la idea no se le iba de la mente. Mientras trataba de cambiar mentalmente a otro tema, reflexionó sobre como podía decirle lo que sentía a su jefe. Podía escribirle una carta, pero, ¿Cómo se la daría? Después de un par de minutos, decidió que, fuera como fuera, enamoraría a John. Había estado toda su vida con él, sabía que le agradaba y que lo hacía feliz, sería fácil... ¿No?

Recordando lo que tenía que hacer, se levantó del suelo y tocó la puerta de nuevo, sin obtener respuesta. Gruñó y sacó de su mochila un par de llaves que el mismo jefe le había dado. En el llavero había una tortuguita de metal que había encontrado en la bodega del italiano. La añoraba, según él, esa tortuga le daba suerte. Abrió la puerta y entró a la habitación. Olía a vodka y a algo entre metálico y dulzón. Steve lo reconoció de inmediato, era el olor de Tankman. El lugar estaba completamente desordenado, el piso estaba lleno de ropa y basura inservible. A la izquierda del colchón estaba un escritorio rebosante de libros, un par de hojas, etiquetas, velas de cera, ceniceros, un micrófono solitario, plumas, encendedores y varias cajetillas de cigarros junto con un vaso vacío. Un hilillo de luz se filtraba por una ventana destruida y no se escuchaba nada más que los ronquidos del capitán. En la mesita de noche había una botella de vodka a tres cuartos. Steve, con cuidado de no hacer nada de ruido, le dio un par de tragos directamente de la botella y apagó su cigarro en un cenicero del escritorio. 

Miró a su capitán, quien dormía plácidamente en la cama destendida. Le causaba mucha ternura su pasividad al dormir, la poca luz iluminando la carita de John. Se agachó para verlo un poco más de cerca. Hacía un buen rato que no lo veía sin su casco, le fascinaba su hermosura. Acarició con timidez y cariño la mejilla de su jefe y de pronto se le ocurrió algo. Apartó la mano, se quitó su casco y se quedó pensando, su rubor intenso se notaba incluso en esa poco iluminada habitación. Respiró profundamente, se acomodó las gafas y acercó su cara a la de su jefe con lentitud. Con el mayor cuidado de su vida, le dio un lindo besito en la mejilla y se apartó con nerviosismo. Tankman seguía dormido. Steve sentía como le ardía la cara. Tomó un poco más de vodka y se puso el casco de nuevo. 

-Cap... capitán...- Trató de despertarlo, solo recibió un par de gruñidos del otro. Suspiró y fue a prender una vela. Puso la vela en la mesita de noche (la cual estaba enfrente del colchón) y volvió a llamar a su capitán