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Él omega era un mar de gemidos, el alfa se encargaba de lamer sus pezones, a veces morderlos mientras jugaba con su entrada.
- B-binnie ha, ya entra. - El alfa lubrico un poco su dedo, entrando en la dilatada entrada del omega el cual no se resistió a soltar un fuerte gemido. Tumbó al omega en la cama, para después ponerlo boca abajo y levantar su trasero.
- Te han dicho que tienes buen culo Channie - Dio una fuerte nalgada en la nalga del omega quien solo reaccionó tomando fuerte las sábanas delante de él.
El alfa ingresó dos dedos en la entrada del menor, escuchando un leve chapoteo, con su mano libre masajeó la nalga que había golpeado. Él omega tenía tantas sensaciones, se sentía realmente bien, incluso parecía que las sensaciones eran nuevas completamente.
El alfa un poco desesperado sacó sus dedos, entrando con cuidado en él omega, quien solo un largo gemido enterrando su cabeza en las almohadas. Los movimientos del alfa empezaron lentos, pero al pasar de los minutos iban siendo más y más rápidas, provocando que él omega no pudiera retener más sus gemidos, sacando su cara de la cabeza, pendiendo por que fuera más rápido.
Changbin tomó las caderas del omega empezando a ser más rudo con sus estocadas, escuchado como sus testículos chocaban con el trasero del contrario. Estiro un poco sus manos tomando un poco brusco de los cabellos del omega levantándolo de su posición y apoyando la espalda del omega en su pecho.
Llevo una de sus manos al cuello del omega, mientras el contrario soltó un grito al sentir como él pene del alfa había dando en su punto. Changbin comenzó a presionar su mano contra el cuello de Chan, su otra mano reposaba en el vientre del omega.
Su mano fue apretando más y más en el cuello de Chan, quien nunca había experimentado ese tipo de sexo, pero no le desagrada en lo absoluto.
- si sientes que no puedes respirar, solo necesitas decirlo okey - el omega no respondió pero llevo su mano a la mano de alfa que reposaba en su vientre bajándola hasta su pene, invitando al alfa a tomarlo.
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