♠ 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 1.

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Por ahora yo iría solo al casino, Noh iría luego, primeramente debo conocer el panorama en el que nos vamos a desarrollar, razón por la cual me comencé a arreglar para ir.

Tome algo de ropa casual, nada llamativo, unos jeans de mezclilla, botines negros, una remera con estampado de guepardo y una chaqueta de mezclilla.

Tome las llaves de mi auto y las de la casa, comenzaba a ser ya algo tarde, salí y subí al auto con dirección al famoso casino de la ciudad y de Corea en general.

Agradecí vivir relativamente cerca, pues en menos de treinta minutos me encontraba en el lugar. Con letras iluminadas se encontraba House of Cards llamando la atención de cualquiera que pasara.

Aparque el auto en la zona de parqueo privado, en la puerta se encontraban dos guardias de seguridad vigilando quién entraba y quien no, en realidad es más que todo por el hecho de que el lugar tiene la política de no dejar entrar menores de edad.

Una vez que me aproxime uno de ellos abrió y la puerta de cristal polarizado permitiéndome la entrada, una vez dentro mire todo con asombro, era más grande de lo que parecía.

Habían grandes cantidades de personas distribuidas en diferentes puntos, incluso había una larga mesa en la que habían varias personas con cartas y bebidas apostando, otros jugaban billar, otros jugaban en juegos mecánicos de apuestas, nada grande en realidad.

Caminando entre algunos meseros y meseras me acerqué a la barra donde solo habían tres tipos, pedí un trago y tome asiento mirando en todas direcciones buscando a mi objetivo aunque claro, no iba a ser tan fácil.

Aún con la bebida en la mano comencé a caminar, sabía que no debía distraerme, pero de todas formas debía llamar la atención del dueño de alguna forma.

Mientras caminaba un tipo tropezó conmigo, cayendo literalmente en mis brazos, lo cual fue extraño hasta que éste recupero la compostura, era el dueño.

- Oh, discúlpeme. - dijo mientras se arreglaba el traje.

- No hay problema. - murmuré, creo que la mala suerte siempre me va a perseguir.

- No enserio, por mi poca atención al camino terminé tirando su bebida, déjeme invitarle a otra. - ofreció, pero lo único en lo que podía pensar era en esa forma tan extraña y peculiar de hablar.

- Eh... no, no es necesario, en realidad ya me iba. - respondí tratando de irme, pero su mano me sostuvo por el brazo.

- Vamos, insisto. - continuó con ese tono tan extraño de hablar.

- Bien. - acepté, de todas formas tendría que hablar con él en algún momento.

Caminamos hasta la barra nuevamente, él pidió al barman otra bebida como la que tenía y una para él, mientras esperaba saco un cigarrillo, me ofreció uno pero preferí negarme, no creo que sea buena idea, pero aún con dicho cigarrillo en una mano jugaba con el encendedor en la otra.

- ¿Cuál es el nombre de la persona a la cual arruine su bebida? - preguntó causando exasperación de mi parte, no me agrada su forma de hablar.

- JungKook. - respondí de forma seca.

- Es un lindo nombre. - comentó dando otra calada.

- Supongo. - susurré.

- Aunque quizá ya me conozca soy Park JiMin, dueño absoluto de este casino. - dijo con un tono que me pareció irritante.

- Lo sé, es imposible no saberlo. - comenté dando un sorbo a la bebida que, por fin había llegado.

- En parte es cierto, pero aún así nunca antes le había visto por acá. - mencionó tomando el vaso entre sus manos y guardando el encendedor dentro de su saco.

- En realidad nunca antes había venido. - digo volteando a verlo - Simplemente un amigo me recomendó este lugar y pues, acá estoy. - respondí de la forma más neutral que pude, este tipo no me agrada, me una mala vibra.

- Me alegra que haya decidido venir, ¿le ha gustado algo de lo que ha visto?

- En realidad no he hecho mucho, llegué hace poco. - dije aún tratando de evadir todo tipo de comunicación con él.

- Pero usted dijo que ya se iba. - enarcó una ceja dando otro sorbo a su bebida.

- Así es, debo hacer algunas cosas, aunque creo que volveré en otra ocasion. - bien, si éste tal JiMin sigue hablando así me largo y le dejo la palabra en la boca, me esta comenzando a molestar más de lo común.

- Me encantaría que volviera. - comentó, pero esta vez su tono de voz fue algo más suave, sin un chillido de por medio, incluso podría decir que fue algo... sensual - Hombres como usted no se ven todos los días. - sonrió levemente mientras ponía una mano sobre mi hombro, ocasionando incomodidad de mi parte.

- Mh, sí... - me puse de pie rápidamente - Debo irme, me encantaría quedarme, señor Park, pero volveré en un par de días, fue un gusto y discúlpeme. - hice una reverencia y comencé a caminar hacia la salida a toda prisa, pero aún así logré escuchar lo último que salió de sus labios.

- También fue un gusto para mí, joven Jeon. - al decir eso volteé a verlo, en ningún momento dije mi apellido; él se encontraba con el cigarrillo en la boca, al sacarlo y dejar el humo sonrió de lado mientras se despedía moviendo sus dedos.

Un sentimiento asfixiante me obligó a salir de allí, necesitaba aire. Al subir al auto volví a respirar con normalidad, no sé que mierda había pasado allí dentro, pero puedo estar seguro de que Park JiMin no solo era un traficante, había algo más, algo muy peligroso que, para mi mala suerte, debía averiguar que era.

 Al subir al auto volví a respirar con normalidad, no sé que mierda había pasado allí dentro, pero puedo estar seguro de que Park JiMin no solo era un traficante, había algo más, algo muy peligroso que, para mi mala suerte, debía averiguar que era

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Primer capítulo publicado, yeii

House of Cards «KookMin» •COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora