♦ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 10.

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Luego de aquella fiesta dimos el informe al comandante Kim, él nos ayudaría luego en la próxima fiesta, en la de disfraces, justamente en esa planeamos arrestar a aquellos hombres.

Aunque también di el informe sobre el tipo que vi hablaba con ellos, aunque antes de eso JiMin también lo hizo, lo cual quiere decir que lo más probable sean socios.

Pero ahora me encontraba en equitación, un pasatiempo que había desarrollado desde niño, además del taekwondo, claro.

Ambos siempre llamaron mi atención, siendo así que me convertí en cinturón negro en taekwondo y un gran jinete en equitación.

Éstos dos deportes me ayudaron cuando decidí unirme al ejército ayudándome en mis capacidades, luego de eso me volví oficial y ahora detective encubierto.

Y es que en realidad ser encubierto lo he hecho desde hace ya mucho tiempo, y el hecho de practicar dichos deportes me ha ayudado al momento en el que se dan cuenta de que soy de la policía y me atacan, siendo así que mis habilidades destacan.

Bajo del caballo y me acerco a mis cosas para tomar mi botella de agua, hoy es un día realmente soleado, y esta ropa es algo calurosa.

Mientras bebo agua algunas gotas escapan de mi boca y bajan por mi barbilla, hasta mi cuello y adentrándose por mi camisa, aunque a decir verdad no me molesta, más bien me refresca.

Al acabar de beber dejo la botella y dirijo mi mirada al caballo que tengo al frente y lo comienzo a acariciar, es un caballo grande y café, para algunas personas puede ser muy grande e incluso intimidante, pero para mí es perfecto.

Cuando decido volver a subir en él noto como otro se acerca, aunque a ésta la conozco, es una yegua, una de las más tranquilas, y ma cual trae un jinete un tanto peculiar.

Park JiMin.

JiMin se encontraba galopando aquella yegua la cual se acercaba a mi dirección; hasta donde yo sabía él no asistía a equitación, en realidad no practicaba nada extracurricular, simplemente se hacía cargo del casino y ya.

Pero ahora se encontraba frente a mí montando en esa yegua y mirándome como siempre, con su típico aire de superioridad. De un brinco se bajó del animal y limpió sus manos en sus pantalones.

- Hola, JungKook. - saludó acercándose y quedando frente a mí.

- Hola, JiMin. - correspondí y él sonrió.

- Que agradable sorpresa verlo por aquí. - dijo y enarque una ceja.

- ¿Me estás siguiendo? - insinue cruzándome de brazos y él hizo una mueca extraña. Se suponía que soy yo quien debería seguirlo.

- ¿Qué? No, por supuesto que no. - negó rápidamente - Solo es una coincidencia.

- Las coincidencias no existen. - respondí acercándome a la yegua y dándole la espalda.

- Bien, le dije a mi asistente que te buscara. - rascó su nuca y deje al animal. lo miré sintiéndome asustado, allí estaba toda mi información.

- ¿Qué?

- A mí asistente, Jung HoSeok. - repitió volteando para mirarme - Le dije que me buscara alguna información que fuera útil, ahora mírame aquí.

- ¿Que más averiguó sobre mí? - pregunte y él suspiró ladeando la cabeza.

- Estuviste en el servicio militar a los veintiún años, tienes un hermano mayor o algo así, tus padres viven juntos en Ulsan, tu hermano esta en el servicio militar y tú eres un simple empresario de bienes raíces. - respondió y lo miré con los ojos bien abiertos, todo era cierto menos lo último.

House of Cards «KookMin» •COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora