A Prueba Por Un Mal Amor. ✔️

Capítulo 13.

Mierda me van a atrapar corrí hacía un callejón pero vaya que no había salida

—¿A dónde vas gatita?—dijo un viejo, con muchos tatuajes.

—A algún otro lado que no sea contigo, viejo verde_ Dije eso y soltó a reír.

—Mi jefe estará muy feliz cuando te atrapé, маленькая сучка— dijo resaltando su idioma Ruso

—Y yo estaré muy feliz y satisfecha de acabar son ustedes—  Dije

—Ya lo veremos— Silbó y aparecieron muchos hombres altos musculosos con muchos tatuajes, argollas.

Se vinieron encima mío y lograron atraparme.

—Sueltenme—Dije gritándoles
Me movía, para que me soltaran pero nada funcionaba.
Trajeron un trapo y me lo pusieron en el rostro y ya no pude saber nada de mí.

Erick.

Ah ese baño si que fue bueno, me sirvió para desestresarme, lo que se me hizo raro fue que Rosy no llegará todavía, lo mejor será que la llamé.
Mierda, tenía 20 llamadas perdidas y 8 mensajes

QUE, QUE como que la secuestraron Dios, que hago, que hago, lo mejor será ir con el Robin (el nerd del aula) para que rastree el celular de Rosy.

Salí corriendo para llegar a la casa de Robin.

Rosy.

—AHH—grite, me echaron un balde de agua fría
Abrí los ojos y estaba amarrada de una silla y rodeada de los mismos hombres que me trajeron aquí

—Imbéciles me las van a pagar— dije tiritando

Se rieron pero callaron de inmediato

—Ahí viene el jefe—gritaron de no sé dónde.

Todos bajaron la cabeza porque venía su superior.

Entró un hombre alto, vestido de negro y con un sombrero que le cubría el rostro.

—Vaya, Vaya a quien tenemos aquí, la famosa agente del FBI, la agente Lyssa Cox—Se me acerco.

—Estúpido—lo escupí

Se dió la vuelta y dijo

—Torturenla—

—NOO—  grité

—¿No?—se volteo a verme
—Entonces traiciona a tu gente, a tu agencia—

—Eso nunca, prefiero morirme a traicionarlos—dije

—Simple, Torturenla—

Ya no me quedo de otra que rendirme.

—Que empieze mi venganza— dijo el hombre alto

Trajeron dos látigos y me arrancaron mi blusa.

—Vamos a disfrutar mucho esto— Dijo un hombre

—AHHH—Primer latigazo

—¿Que pasó?, Le dolió a la gatita—
—Vamos hacer que te duela más—

—1,2,3,4,5,6,7— contaban todos

—YAAAA, PAREN—Pedí, me salía sangre con todos esos latigazos

—Quieres que pare, arrodíllate y dímelo—
No iba perder mi dignidad y arrodillarme.

—Antes muerta que arrodillarme ante tí, Hijo de puta— dijo con rabia

Se acercó y me dió un puñetazo en la cara y de una vez salió sangre de mi labio.