Mal, el día había empezado mal-pensaba Megan mientras se metía en la ducha a toda carrera, si no se daba prisa llegaría a tarde a su primer día de trabajo y eso no era bueno.
Megan era una mujer de 28 años que acaba de terminar su carrera como administrativa para grandes empresas. Es una mujer alta, preciosa, y tiene unos ojos verdes que resaltaban muy bien con su pelo castaño y ondulado. Había estado estudiando y trabajando por las noches como camarera para poder sacarse la carrera, cuando termino había echado el currículum en varias empresas y por fin la llamaron de una empresa que necesita a una secretaria muy eficaz y urgentemente, ya que estaba en pleno proceso de una gran inversión. Pero no se trataba de cualquier empresa, era la empresa más importante de Atenas, y su jefe era el señor Alexander de Lucas, el hombre mas codiciado de todo el país. Ella no lo había visto nunca en persona, pero en la revista que salía era todo un dios, moreno, alto, atlético y unos ojos verdes que quitaba el sentido, cualquier mujer soñaría con tenerlo aunque fuera una noche. Pero eso a ella le tendría que dar igual estaba allí para cumplir con su trabajo no tiene tiempo para pensar en una aventura y menos con su jefe. Salió de la ducha se peino su revuelta melena, se puso un poco de maquillaje y un conjunto de pantalón y chaqueta color negro, pero elegante. Se dirigió a la parada del metro, pero si no llegaba a tiempo estaría despedida el primer día, así que mejor cogería un taxi.
Había tardado un poco más de lo que pensaba en llegar, pero había sido mejor que el metro. El taxi paro justo delante del inmenso edificio, arriba de todo unas inmensas letras que decía de Lucas Enterprise. Entro en el edificio y se dirigió al ascensor, la oficina esta en la última planta, cuando las puerta se abrieron vio la oficina mas grande del mundo, estaba decorada muy sutilmente pero elegante, había un pequeño despacho y detrás un despacho con cristalera, supuso que ese seria el de señor de Lucas. Estaba nerviosa era su primer trabajo y a pesar de la falta de experiencia, era muy buena había sacado matricular de honor y era la mejor de su curso, aun así le sorprendió cuando el mismo señor de Lucas la llamo para hacerle una entrevista, todo fue bien y le dijo que se presentara el lunes a primera hora de la mañana en su despacho, y ahí estaba Megan a punto de ver a su jefe por primera vez.
No sabia si tenia que esperar a que el saliera o llamar, no quería tampoco llamar por si acaso él estaba reunido, pero decidió hacerlo, pero en ese momento la puerta se abrió y de allí salía una mujer de mediana edad, que se imagino que seria la secretaria que había contratado temporalmente.
- El señor de Lucas le esta esperando-dijo la secretaria
- Muchas gracias- añadió Megan.
Cuando Megan entro en el despacho y vio a Alexander, ella creyó que estaba viendo a un dios griego. Lo había visto en revista pero no tenia nada que ver, era un hombre, moreno, alto, con unas facciones marcadas, unos ojos verdes penetrante y un cuerpo que quitaba el sentido. No podía dejar de mirarlo, pero si no lo hacia él se daría cuenta y eso no era nada bueno. Es verdad que era un dios, de lo hermoso que era, pero iba a ser su jefe, aunque le va a costar tiempo centrase en su trabajo y no en ese hombre.
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"En Brazos De Un Magnate Griego"
RomanceMegan es una joven secretaria , que encuentra su primer trabajo es una importante empresa. El dueño de esta ,Alexander De Lucas era un guapo empresario, dispuesto a todo para llevarse a su nueva secretaria a la cama, para así desatar la pasión. Podr...