Dios Griego A la Vista

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Tampoco Alexander se quedo atrás, cuando Megan entro por la puerta el tampoco puedo resistirse a echarle un vistazo a la que seria su secretaria, mientras duraba el proceso. El no pudo evitar a Megan como su amante, pero ella era todo lo opuesto a las mujeres que él había tenido. Ella era grande...todo ella. Sus ojos se posaron en los generosos senos bajo la camisa de seda. A pesar de todo, parecía firme y suculenta como un melocotón. En cuanto a su rostro... no podía dejar de mirarla y recrearse en la grácil curva de su mejilla.

Megan no era la mujer que Alexander, pensaba, él se imaginaba a la típica chica, recién salida de la universidad, pero no era así, tenia delante de el a una gran mujer. Esperaba que mientras duraba la inversión que tenia con la otra empresa, ella fuera una secretaria eficaz.

- -Buenos días señorita Megan, soy Alexander de Lucas, encantada de conocerte- dijo, y extendiéndole la mano a la vez.

- -Buenos días, mi nombre es Megan proctor, encantada de conocerle -y le estrecho su mano. Cuando ambos se rozaron las manos, sintieron una energía, un calor y rápidamente separaron las manos.

Los dos se quedaron unos minutos mirándose, sabían que algo extraño habían sentido cuando sus manos se rozaron. Él no podía pensar en ella como un amante, estaba inmerso en unas de las operaciones mas importantes de Atenas y solo tendría que esperar varios meses para que la transacción se hiciera y el no volvería a verla. Megan sintió un escalofrió cuando Alexander le rozo la mano, sus inquietantes ojos verdes la ponían nerviosa ,pero tenia que centrarse estaba allí para ser su secretaria, mientras duraba la firma de las empresa, luego se marcharía y buscaría otro empleo. Unos de los dos tenia que romper el hielo, y decidió ser el.

- -Hola señorita Megan, como sabrás estamos en proceso de una importante transacción, el puesto que va a ocupar durante estos meses será de mi secretaria personal, eso significa que tendrás que acudir conmigo a todas las reuniones, tanto en Atenas como fueras de ella ah y también habrá fines de semanas que tendremos que trabajar. Espero que no suponga un problema para usted, es una operación importante y no quiero fallos.

- -No se preocupe señor, trabajare todos los días que sea necesario, no supone un problema para mí, será una secretaria muy eficaz y al terminar el proceso estará orgulloso de haberme contratado.

- -Eso espero señorita Megan sé que será una buena inversión haberla contratado, y por cierto hablando de contrato, le dejo el contrato para que lo lea y lo firme. Como puedes ver no quiero correr ningún riesgo, tendrá que firma una clausula de con fidelidad, no podrás hablarle a nadie de esto, y no podrá abandonar la empresa hasta que todo esto finalice. Dicho esto Lucy, le enseñare su labor y espero que se sienta cómoda trabajando aquí, y si necesita cualquier cosa o tiene alguna duda no dude en preguntarme.

Megan cogió el contrato y se fue del despacho y se dirigió hacia el escritorio donde trabajaría el resto de los meses, Lucy estaba ahí esperándole para ponerla al día lo antes posible. Tenia ganas de empezar ya y demostrarle al Alexander que no se había equivocado con ella. Mientras revisaba el contrato, pensó en lo que Alexander le había dicho antes, tendría que trabajara incluso algunos fines de semana, eso no importaba, pero lo que no se había imaginado es que tendría que viajar con el, por motivos de negocios. Estar con su jefe varios días fueras de Atenas, no iba a hacerle tarea fácil, resistirse a ese hombre era una misión imposible.

Cuando Megan abandono su despacho, Alexander no podía dejar de pensar en la mujer que acababa de entrar en su despacho, la joven Megan no era lo que él se esperaba. A pesar de la falta de experiencia, parecía una mujer segura y con confianza. En otra circunstancia hubiera contratado a alguien con mas experiencia, pero no tenia tiempo ni ganas, había elegido a Megan por que a pesar de su edad, había sido la mejor del curso y sus profesores habían hablado muy bien de ella. Esperaba que mientras que durase al operación su cuerpo dejaría de reaccionar como lo había echo antes cuando la vio por primera vez y sus manos se rozaron, hacia tiempo que no estaba con una mujer, la empresa apenas le dejaba tiempo, quien sabe alomejor mientras duraba el proceso podía divertirse un poco con Megan, sin ningún tipo de atadura, solo una aventura, aunque tenia la sensación de que Megan no era de ese tipo de mujer.

"En Brazos De Un Magnate Griego"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora