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Había veces en las que Kaito se sentaría en el sofá mientras apreciaba el aroma a café americano siendo preparado. No lo tomaría, no, el no se una persona que sea fan del café, pero podría disfrutar del olor y minutos más tarde, de la persona que preparaba este. Además de un Moka, con extra jarabe de chocolate.

Pero también utilizaba ese tiempo para agradecerle al del más arriba o a lo que sea, el haber conocido al gran detective. No solo haberlo conocido, el haberse vuelto su rival, y más tarde tener su amistad, pero sobre todo le agradece al universo, el haber tenido el valor de decirle la verdad.
Una sencilla pero honesta confesión si le preguntan a el.

"Te quiero tanto que mis pesadillas se basan en que veas que te mereces el mundo y que yo no te lo puedo dar"

Si puede que suene un poco deprimentes, pero eso lo volvió el hombre más feliz de la tierra cuando en respuesta recibió un hermoso y maravilloso...

"No, tu eres perfecto. Eres todo lo que necesito."

Y hablando del rey de Roma, un hombre de cabello azabache entro en la habitación con una bandeja de lo que parecia ser porcelana con detalles en azul marino, con una taza blanca con probablemente café americano y a su lado una copa coñaquera rellena de un líquido café, decorada en sus adentros con jarabe de chocolate y más chocolate en la parte de arriba. En resumen una joya para cualquier fanático del chocolate y un ataque de diabetes para cualquier persona con sentido común.

- Aquí esta tu, ehm, diabetes Kaito. - Informó mientras dejaba la copa y la bandeja en la mesita baja y tomaba asiento en el sofá individual. - Por cierto tu lavas los trastes esta vez -.

- ¿Y cómo porque? -.

- Deberias agradecer que te prepare tu porqueria esa en vez de quejarte. Simplemente el que cocina no lava trastes. -. Kaito resopló en respuesta a que ya acepto su destino.

Ahora simplemente habia un silencio cómodo en el aire, siento repentinamente interrumpidos cada cuando por el sonido ( bastante tierno en opinión a Kaito ) de los sorbos de Shinichi, comenzó a tomar su moka desde la copa, que recomienda definitivamente, mientras observaba el libro que estaba leyendo el contrario. El fantasma de Canterville.

- Definitivamente no sabia que eras fan de ese tipo de novelas. -. Dijo mientras bajaba su copa que antes estaba llena. - En general, pense que no te gustaba las cosas que tenian que ver con lo paranormal -. En realidad llevaba rato viendo como ese libro cambiaba de lugar, significando que alguien lo estaba leyendo y no es como si hubieran muchos individuos en esa casa. Pero igualmente queria saber desde la boca del otro, acerca del libro, no le interesaba pero si a Shinichi le gustaba, lo leeria para hablar con el acerca de este.

- Realmente no soy fan de este tipo de novelas, pero hay algo aue me gusta en esta historia. Supongo que me gusta el desarrollo del fantasma -. Contesto alegremente cerrando el libro, no si antes hacer un pequeño dobladez en la hoja para no perder la pagina. - El fantasma logra hacerme empatizar con el, ¿es tierno el final creo? Pero esta bien, no importa. -. ¿No les pasa que esa persona sonríe y estan seguros de que eso es lo más hermoso que el planeta tiene? Bueno Kaito confirma eso fervientemente con la sonrisa de Shinichi, es lo más cálido que ha visto en toda su vida. - ¿Kaito? -. Ah si, tambien no deberian quedarse viendo a alguien por 12 segundo sin parpadear ni decir nada.

- Esta bien, me gusta escucharte hablar de lo que te gusta. Si quieres puedo leer el libro para hablar contigo de el, me gusta verte sonreir -. Aseguró Kaito con una risilla sincera de por medio. Y ahora podía ver las mejillas de Shinichi teñirse de un rosa crepe, y balbucear palabras intentando hacer sentido.

- No tienes porque hacer eso en serio, ya haces mucho volviendo mis días interesantes. -. Articuló después de un rato de intentos fallados
Kaito se levantó del asiento y se las arreglo para sentarse en el sofa individual con Shinichi, para que los dos estuvieran en el sofa pequeño Kaito practicamente se hizo bolitas encima de Shinichi cual gato, estaba acostando en su pecho y de hecho se entretuvo un rato escuchando el ritmo del latido del corazón de el ojia-zul hasta que recordó que tenia que contestar.

- Eres el amor de mi vida, si te hace feliz lo haré pero si no quieres - Sonrió - tampoco voy a hacer algo relacionado con leer en vano.

Una risa escapó de los labios del detective mientras debaja el libro de lado y se acomodaba en el sofá para poder respirar un poco mejor con el mago encima, depositó un pequeño beso en la frente del mago antes de moverse, y tirarlo al suelo.

- ¡Ouch, Eso fue rudo Shin-chan! -. Criticó el castaño mientras se tocaba la zona del golpe.

- ¿Recuerdas esa vez que usaste un taser en mi en uno de tus robos de Kid? ¿El del cuerno de Kirin? Eso fue más rudo. Además me tengo que ir, quedé de ir con Ran a un acuario nuevo y supongo que no tienes ganas de ir. -. Se burló antes de moverse por la sala hasta alcanzar un cardigan color pistacho que honestamente hacia lucir la polo blanca que estaba usando.

- Si ,no , paso de ir al acuario bastante, no me traigas ningun recuerdo de algun animal horrible, asqueroso, estup-

- Ningun pez o animal similar, de acuerdo ya lo entendí. Bueno ya me voy supongo. -. Completó mientras se abría la puerta principal y antes de salir se dirigió a Kaito y con la sonrisa más linda que le haya dedicado a alguien ( Kaito podía confirmar) anunció - No olvides lavar los platos sucios, ¡Nos vemos! -. Gritó antes de cerrar la puerta y escuchar como algo claramente impactó con la puerta.

Estaba seguro que al otro lado de esta habia una mancha de brillantina decorando la puerta.

Pero estaba bien, puede que el mago le haya aventado una bomba de brillos a la puerta, pero después de todo el lo limpiaria.

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¡Esas fueron exactamente 1000 palabras ᕕ( ᐛ )ᕗ!

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