Aquí encontrarán una compilación de mitos referentes a toda clase de plantas en las principales mitologías del mundo.
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En esta ocasión les presentamos un arbusto pequeño, natal de Chile y el sur de Argentina, conocido por sus hermosas flores utilizadas, de forma usual, como ornamentación ceremonial. Se le conoce coloquialmente como aljaba, chilca, chilcón, fucsia, jazmín del papa, palo blanco, pendientes de la reina, o tilca. Crece en quebradas húmedas y bordes de lagunas; se cultiva como planta ornamental. Cuenta con una variedad de especies que difieren una de la otra por el color de sus flores, son indistinguibles cuando aún no comienza la etapa de floración.
La especie Fuchsia magellanica, más común en tierra del fuego, provincia de la república Argentina, es la más conocida del género por la belleza de sus flores; da frutos que son comestibles y florecen entre agosto y abril.
Su uso como planta ornamental se debe al colorido y forma de sus flores. Muchos de los cultivos existentes de Fuchsia son híbridos de especie con alguna otra del género que procede de climas más cálidos. Su antiguo uso para hibridar, se debe a su resistencia al frío.
También tiene usos medicinales ligados a las molestias propias de la menstruación, y como tinte tradicional para lanas.
El fruto, de sabor dulce, es comestible, lo mismo que unos hongos que crecen sobre su tallo, llamados en el sur de Chile "milcaos de monte".
La infusión de fuchsia se prepara de hojas y flores, estimando una cucharada de planta para un litro de agua, que se hierve cinco minutos, antes de beber se deja reposar. Se debe consumir una taza como máximo tres veces al día.
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