Hijo de perra.

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Capítulo 3.
Por la mañana salí, como era de costumbre me encontré en el camino a Octavio.
Octavio: Hola, ¿Se te perdió el sol?
Ángeles: ¿Que dices? Jajaja
Octavio: Jajaja mal chiste, pero, ¿Por qué tienes gafas obscuras?
Ángeles: Ah por nada, en la tarde hará sol y pensé porque no traerlas.
Octavio me se detuvo y se paró enfrente mío, levantó mi cara, y quito las gafas.
Octavio: ¿Qué te pasó?
Ángeles: Ayer me pelee.
Octavio: No lo creo, yo te dejé en la puerta de tu casa.
Ángeles: pero salí a la tienda, o qué, ¿También fuiste a la tienda conmigo?
Octavio: ¡Ey tranquila! No lo digo en mal plan o algo así para que te molestes.
Ángeles: no estoy molesta.
Le quite los lentes y camine, el iba detrás de mí pero ya no hablamos. Llegando al salón el no se sentó a lado mío, sino al otro extremo del salón. Llego la maestra de Taller de lectura, y comenzó a dictar, nos dicto algunas preguntas. Yo las termine rápido con la intención de recostar mi cabeza en la banca y así fuera menos probable que los demás se dieran cuenta del golpe que tenía en la cara, pero me quede dormida, aproximadamente como unos 15 minutos. Pero en eso la maestra deja caer su mano sobre la paleta de mi banca.
Maestra Laura: ¡Ángeles! ¿Cómo por qué se está durmiendo en mi clase?
Ángeles: Yo...
Maestra Laura: Levánteme la cara cuando le esté hablando.
Levante la mirada, no tanto porque quisiera sino porque ya estaba metida en problemas y todavía la desobedezco, me iba a ir peor.
Maestra Laura: ¿Que te paso en la cara Ángeles?
Ángeles: Nada.
Maestra Laura: ¿Cómo que nada? Mira nada más tu cara.
Ángeles: Bueno gracias por gritarlo ahora todo el puto salón sabe que tengo en la cara.
Maestra Laura: ¡Vete a la dirección!.
Tome mi mochila y fui hacia la dirección, cuando llegue me senté en las blanquitas de afuera, en eso estaba saliendo la psicóloga de la dirección.
Psicóloga Paola: Buenos días.
Y siguió caminando, pero se detuvo y regresó hacia mi.
Psicóloga Paola: ¿Que tienes en la cara?
Ángeles: Un golpe, que no ve.
Psicóloga Paola: Oye tranquila, solo te quiero ayudar, ¿Te haz peleado con alguna compañerita?
Ángeles: No fue nada de la preparatoria ni tampoco alguien de aquí. Fue en la calle.
Psicóloga Paola: ¿Segura? Ven acompáñame.
Ángeles: No puedo, la maestra Laura me mando para acá, no quiero mas problemas.
Psicóloga Paola: No te preocupes yo le diré que estás conmigo.
Ángeles: No, yo me quedo aquí.
Psicóloga Paola: okay esta bien te entiendo, mañana hablamos. Adiós pequeña.
Espere aproximadamente 10 minutos para que la maestra Laura apareciera.
Maestra Laura: Ángeles, nunca había tenido problemas contigo, y no los quiero tener ahora, dime qué pasó, confía en tus maestros.
Ángeles: ¿Qué pasó de qué?
Maestra Laura: En tu cara- forzó una sonrisa en su rostro.
Ángeles: No pasó nada.
Maestra Laura: Okay, no lo creo, dime, ¿Qué pasó?
Ángeles: Maestra, no se lo tome a mal, pero no confío ni en mi madre, mucho menos en una maestra- me pare, y camine hacia la puerta de la dirección.
Maestra Laura: Vete al salón.
Ángeles: Gracias maestra. Adiós.
Maestra Laura: Adiós, espero que estés bien pronto.

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