Hijo De Perra.

Capítulo 6.

A veces debemos aprender a ignorar a la gente estupida, sus ideas nunca serán coherente y lo único que te llevarás de esa experiencia es decepción o un caos completo.

A la mañana siguiente tenía que llevar a Sol a la primaria, ya que mamá no podría porque salió más temprano para ir a su trabajo.
Y como ambas vamos en la mañana tenía que ir a dejarla a la casa de Octavio para que su mamá la fuera a dejar, yo entro a la preparatoria a las 7:00 a.m. y ella a las 8:00 a.m. por lo tanto ella tenía que estar en la casa de Octavio a las 6:30 a.m. para que yo llegara a tiempo a la escuela.
Cuando ya las dos estábamos listas, calente un poco de leche, para que Sol comiera pan con leche caliente. Cuando estaba sirviendo la leche entró a la cocina el.

El: ¿Qué hay para desayunar?
-Nadie contentesto.
El tomo el pan de Sol, ella solo agachó la cabeza, iba a tomar la leche, pero yo reaccioné.

Angeles: Si quieres algo prepara te lo tu mismo, no seas tan inútil.
El: A chinga, yo no soy inútil, pero aquí tu eres la gata.
Mi reacción fue tratar de quitarle el plato donde estaba el pan de su hermana, pero el lo empezó a forcejear conmigo, olvidado que la leche estaba en medio de los dos y también Sol, el jalo muy fuerte el plato yo lo  solté, pero tiré la leche y a Sol le cayó en su sudadera.

Sol: ¡Ay quema! ¡Quema!
Angeles: Tranquila,  ven vamos a quitárte la.
Solo se le puso roja la piel, y ya no nos dio tiempo de desayunar. Salimos de la casa a las 6:15 a.m. y pasamos a una tienda para comprar una manzana, galletas y leche de chocolate, saliendo de la tienda empezamos a caminar rápido, pero pude notar la tristeza de Sol.

Ángeles: Todo estará bien.
- La abrazo.
Sol: No hubiera pasado nada si tu lo hubieras ignorado.

Ambas nos callamos y seguimos caminando y me sentí tan estupida, porque mejor una niña de 10 años era más madura y tenía más razonamiento que yo que tengo 15 años. Llegamos a la casa de Octavio.

Madre de Octavio: ¡Hola niñas!
Octavio: Que bueno que ya llegaste, ya vámonos.
Ángeles: Permiteme déja me despido de mi hermana.

Ángeles: Oye linda, trata de no quitarte la sudadera, y si te la quitas recuerda decir que es una alergia, ¿vale?
Porque si dices la verdad te van a alejar de mamá y de mi, cuídate y diviértete te amo.
-Y dio un beso en su frente.

Cuando ya íbamos para la preparatoria, yo solo iba pensando en que era una hermana mayor terrible, no podía proteger a mi hermana y no le permitía protegerse a ella misma, le estaba pidiendo que guardara silencio de algo que probablemente a ella si le hizo sentir mal, le estaba pidiendo que fuera como mi madre y yo una cobarde.