Capítulo 4.- Reporte

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Tomo un tiempo que el chico llegara a la central como se le había ordenado. Debido a que salió de casa sin su motocicleta tuvo que tomar un taxi, que por alguna extraña razón, había muy pocos el día de hoy.

Después de haberle pagado al chofer bajo de la forma más perezosa posible, como si quisiera hacer tiempo para esos exámenes. Pero a la vez quería terminar ya con esto, así que entro decidido al edificio.

Viéndolo desde afuera no era un lugar el cual realmente pareciera ser de gran importancia, sin embargo, al entrar podías darte cuenta de que había gente trabajando por todos lados, algunos más a prisa que otros.

Una vez que el joven puso un pie dentro del edificio, todos dirigieron sus miradas hacia él, cosa que le incomodo mucho. El ambiente de un momento a otro se volvió más tenso de lo normal. De cierta forma pareciera que todos le tienen cierto miedo, a pesar de su apariencia que no dice eso totalmente.

-¿Qué me están viendo? ¿No tienen trabajo que hacer?

Con tono poco amigable y diciendo eso todo el mundo regreso a sus actividades mientras el chico se dirigía a la recepcionista.

-Buenos días, Rick. El jefe te está esperando en su oficina.

-Entendido.

Con ese simple intercambio de palabras sin necesidad de voltearse a ver, el chico se dirigió en dirección a la oficina del jefe en cuestión. Pero el hecho de que lo mandaran directo con él, no significa buenas noticias.

Llegando a la puerta de la oficina principal el chico se detuvo frente a ella y antes de que pudiera levantar la mano para tocar, se escuchó una voz del otro lado.

-Está abierto

Con esa simple invitación, abrió la puerta mientras esta hacia un leve rechinido. Asomando la cabeza por esta pequeña abertura, sin poder controlar la incomodidad que lo aquejaba desde que recibió la llamada.

Había un hombre en sus 26 años aproximadamente. Cabello corto, de un tono castaño oscuro, bien arreglado. Vestía parte de un traje, ya que el saco estaba acomodado en el respaldo de su asiento y el chaleco lo tenía desabotonado. No llevaba corbata y tenía desabrochados los últimos 2 botones de su camisa así como las mangas enrolladas a tres cuartos de su brazo.

Con esa simple imagen se podía ver que se ejercitaba diario, ya que la camisa le tallaba perfectamente para demostrar su marcado cuerpo. Sin alejar la vista de su ordenador se dirigió al chico.

-Toma asiento por favor

El chico tomo asiento después de cerrar la puerta, claro que la incomodidad que sentía en estos momentos trataba de no demostrarla a la hora de dialogar. Era muy cuidadoso en cuanto a esas circunstancias.

-¿Sabes? Para ser esta la organización que ha estado ayudando a todos últimamente, ¿No crees que deberíamos hacer algo con las oficinas? Cambiarlas por ejemplo.

-Tú, mejor que nadie, sabe que prefiero invertir mi dinero en los gastos de laboratorios y equipo para tratar todos los problemas. Esto no es más que una simple fachada.

-Cierto, y aun así, me sigo preguntando de donde sacas tanto dinero para todo esto.

-Tal vez te lo comparta en un futuro no muy lejano.

-Te refieres al dinero, ¿Cierto? Porque no me molestaría.

La charla cada vez se pone menos tensa. A simple vista parecería que un gerente importante está hablando con un tipo de mercenario por la forma en la que el chico se comporta y responde a todo lo que se dice.

Suspirando, al fin se animó a preguntar lo que le está incomodando desde que llego a la central.

-Se supone que solo vine por mis análisis. ¿Por qué de repente me has llamado a tu oficina?

-Solo quiero preguntarte personalmente como van las cosas con las chicas

-Pensé que sería algo más serio.

Con una cara de fastidio esa fue la respuesta del chico mientras retomaba la postura y se aligeraba la garganta pera poder continuar.

-Las cosas van normal. Pero aún no logro hacer que se adapten por completo.

El jefe aparto la vista de su computador para poder ver a su amigo a los ojos mientras se sumergían en la plática cada vez más seria.

-Fueron sacadas de su mundo sin previo aviso, y muchas de las cosas que conocían y personan que amaban no están. Dales algo de tiempo.

-Tienes razón, al menos están mejor que la primera vez que las vi.

-...

Sin respuesta alguna, el jefe había regresado al ordenador para revisar documentos que parecían tan importantes como para dejar a Rick son las palabras al aire hasta que este decidió dedicarle otro de sus sarcásticos comentarios, solo para ver si podía captar su atención de vuelta.

-No tienes por qué preocuparte, no es tan complicado como esperábamos.

Sin quitar los ojos del ordenador, el jefe decidió responderle con un tono que parecía casi robótico

-No te hubiera dado la tarea si no hubiera sabido que puedes llevarla a cabo y, como es costumbre, he acertado ¿o me equivoco?

- ¿Sabes? Odio cuando te pones arrogante al saber que tienes la razón

-Bueno, el sentimiento es mutuo

El ambiente en la habitación se iba aligerando a cada palabra que se cruzaba entre los dos, sin embargo, aún se podía sentir un poco de incomodidad en las palabras del chico. Dejando eso de lado, el jefe se dispuso a continuar con una charla relacionada con el trabajo.

-Parece que te has vuelto un buen mediador, no solo con ellas, si no con todos los involucrados.

-Solo trato de que se adapten más a este tipo de vida, no sabemos cuánto tiempo permanezcan aquí... ni siquiera sabemos si llegaran a irse.

-Ya veo, entonces ponerte a investigar sobre los mundos de cada uno de ellos también fue buena idea

-Aunque así sea, ponerme a leer mangas y novelas no se siente como una verdadera investigación

-Todo es con un propósito. Dime que es lo que has logrado descubrir.

El chico se levantó de su asiento para apoyarse en la pared que daba hacia el ordenador del jefe, al principio parecía que solo estaba razonando lo que iba a decir, pero en realidad, estaba corroborando que no hubiera nadie cerca que pudiera escucharlos

Una vez estando seguro de que nadie los estaba espiando, irguió su postura para dirigirse a su superior de nueva cuenta y con una mirada seria le respondió de una forma que hizo parecer por un momento que ellos eran los únicos en kilómetros a la redonda, el tiempo parecía ir más lento y el ambiente se tensó de nuevo.

-Tus suposiciones eran correctas, aparentemente

Abriendo sus ojos como si fuera una respuesta no esperada, dejo escapar una voz de sorpresa mientras decía.

-Eso quiere decir que...

Su conversación fue interrumpida por una repentina alarma que comenzó a sonar por todas las instalaciones. Por supuesto que esa alarma no significaba buenas noticias

Ambos pensaban que las cosas no podían ir peor hasta que escucharon la alarma hecha especialmente para situaciones sumamente peligrosas, claro que esto no iba bien con la conversación que estaban teniendo justo en ese momento.

-Esa alarma no me gusta para nada, mientras que no sea...

El chico no pudo terminar su frase ya que una secretaria entro por la puerta sin previo aviso, y demasiado alterada, soltó las palabras que se temían.

-Jefe, hay un problema en el ala de aislamiento, sección A. Se trata de...

-Eren Jaeger

Dijo el chico por instinto, palideciendo un poco al saber que tenían problemas. 

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⏰ Última actualización: May 14, 2021 ⏰

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