Capítulo 6

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Adaria

Rells está reacio a que me quede a solas con este tal Treo, pero estoy acostumbrada a lidiar con este tipo de gente, así que interfiero.

—Déjalo, yo me encargo —le aclaro al hombre lobo, el cual disconforme se va sin responder hasta las mesas—. ¿Qué quieres a cambio? —le pregunto al vampiro y este se ríe.

—Nada, ni un fragmento de tus partes herméticas, ni siquiera algún servicio que ofrezcas. —Observa mi escote y luego vuelve a mis ojos—. Eres una muñeca humana real, hay pocas de tu clase, pero estás tan hueca que no hay ni una gota para mí, sería muy aburrido.

Enarco una ceja.

—¿Entonces?

—Quería estar a solas para decirte que te pareces a alguien.

—No es la primera vez que me lo dicen. —Ruedo los ojos.

—Apuesto que ese fue Rells. Adaria, tú le recuerdas a su compañera, a la compañera que él mató.

—Vaya —expreso sorprendida—. A eso se refiere con descontrolarse. —Bufo—. ¿Y por qué me cuentas esto?

Sonríe.

—Para generar confianza. 

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