•Falofilia• Luoshen

05

- Todavía me parece increíble que tengas auto y yo no. - Confiesa Shen Yuan, haciendo un puchero y el menor suelta una risa.

- Algún día tendrás un auto, A-yuan. -

- Ese es el apoyo que necesito. - Exclama Shen Yuan riéndose solo. - Mis padres y Sha Hualing creen que no soy lo suficientemente responsable como para tener un auto. - Murmura frunciendo el ceño.

- Deberías darles razones para que te consideren una persona responsable entonces. -

- Supongo. - Murmura observando detalladamente el masculino perfil de Luo Binghe. Cómo sencillas serían las cosas si el chico no fuera la cosa más virginal  que Shen Yuan había conocido en su vida.

Debía admitir que con el tiempo se fue dando cuenta de que Luo Binghe realmente era una persona muy bella. No solo tenía un gran atributo allí abajo, sino que también tenía una linda sonrisa y unos ojos encantadores. Shen Yuan podía admitir sin temores que le gustaba, pero el chico probablemente moriría de la vergüenza si se lo decía y ni hablar de darse un beso o algo parecido.

Así que las cosas eran más complicadas de lo que se veía a simple vista. Incluso había hablado con Shang Qinghua acerca de su reciente y nuevo gusto por el menor, pero éste siempre le decía que no perdía nada con intentar confesarse.

Al parecer sus padres tenían razón, porque él no era fanático de cargar con responsabilidades demasiado pesadas, y salir con Luo Binghe implicaba darle tiempo para acostumbrarse a la situación y hacerle entender que no debía cohibirse por cualquier cosa. Pero Shen Yuan no contaba con la paciencia suficiente para estar en una situación en la que Luo Binghe fuese su novio y no poder tocarle o hacer con el, lo que tanto fantaseaba.

A pesar del extraño comienzo de esa amistad, las disculpas y la amabilidad, fue todo por un enfermizo deseo de obtener la polla del menor, Shen Yuan estaba empezando a darse cuenta de que su plan no tenía fundamentos y mucho menos, una razón válida de existir. Se podría decir que estaba por rendirse pero tampoco deseaba alejarse de Luo Binghe. Quizá debería empezar a considerar la idea de que sólo amigos no era tan malo después de todo.

- ¿Es aquí, A-yuan? - La voz del menor interrumpió el flujo de sus pensamientos con aquella pregunta y Shen Yuan tuvo que mirar a su alrededor para ver en dónde se encontraban.

- Eh... sí. - Murmuró observando el nombre del club al que Shang Qinghua les había invitado aquella noche.

Luo Binghe se dirigió hasta donde se podía observar una hilera de autos estacionados, se detuvo en el final y apagó el motor. Shen Yuan estuvo a punto de salir, hasta que se percató de que el menor no se movía, así que lo miró.

- ¿Te pasa algo, Binghe? - Preguntó acercando su mano hasta el cabello del menor y revolviéndolo levemente.

- N-nunca había salido a lugares como estos. - Confesó y el mayor solo sonrió, porque eso ya se lo esperaba.

- No te preocupes, aquí todos estaremos pendientes de ti, así que no te pasará nada. - Lo tranquilizó acariciando su mejilla. Luo Binghe le dirigió una mirada avergonzada, con un brillo de temor.

- ¿Prometes que no te irás de mi lado, A-yuan? - El mayor tembló, el efecto de esas palabras le provocaron algo en el estómago. Aunque sabía que Luo Binghe se refería al club, no pudo evitar ponerlas en más de un contexto y se sintió estúpido por ello.

- C-claro. -

El menor sonrió ampliamente, haciendo al corazón de Shen Yuan entrar en grandes problemas. Ahora el mayor tenía que Luo Binghe pudiese escuchar su insistente palpitar, porque estaba golpeteando demasiado fuerte contra su pecho.