Como cada mañana hice mi rutina de siempre e incluso la terminé justo a tiempo, ni un minuto más ni un minuto menos. Salí de la habitación para encontrarme con mi jefe, Taehyung, quien me llevaba a la cafetería en las mañanas.
Ya me estaba acostumbrando a trabajar ahí y a lidiar con el tentador color rojo que aparecía en prendas y comida. Fui directo a la cocina para lavar los platos que habían ocupado, pero fue antes de eso que escuché que un vaso se rompía, fingí no darme cuenta aquello y seguí con lo que iba a hacer.
—¡Yoongi! puedes ir a ayudar al cliente de la mesa tres por favor, estoy ocupado con otra cosa, es un hombre de edad que rompió un vaso por accidente. —gritó mi querido jefe desde otra habitación.
Seguramente tenía a alguna chica ahí. Puse en mi rostro la mejor sonrisa que podía y salí hacia el hombre de cabello blanco.
—¿Está bien? ¿Se hizo daño? Ahora mismo limpio esto, no se muev... —me interrumpí a mi mismo al ver caer esa rojiza gota en mi zapato.
Efectivamente el anciano se había cortado tratando de recoger los pedazos, un escalofrío recorrió mi cuerpo desde arriba hasta donde quedaba la mancha causada por la sangre. Miles de imágenes de esos días pasaron por mi mente, salí de mis pensamientos y miré las arrugas que casi tapaban sus ojos.
—Por favor espere aquí. —
Caminé rápidamente a la habitación de servicio, saqué el botiquín, la escoba y el recogedor. Cuando volví con el hombre dejé el botiquín en la mesa, recogí los pedazos con la escoba para no cortarme y luego curé al viejo. Le sonreí y me levanté con las cosas que había traído en las manos, las volví a dejar en su lugar e instintivamente miré mis dedos.
Tenía un poco de aquel líquido rojo ya que la herida era profunda y había sangrado bastante, me moví al baño, me llevé la yema del dedo a los labios y lo lamí sin dudarlo, su sabor no era el mismo si no la sacaba yo mismo.
...
Pasaron unas cuantas horas sin mucha más acción que el incidente del vaso, pensé que sería otro de los días aburridos pero una cabellera rubia llamó mi atención. Un lindo chico estaba entrando a la tienda. Fue inconsciente, lo analicé con la mirada, parecía que cuidaba de su físico, se miraba bastante tímido, probablemente era nuevo aquí, unos 24 años aproximadamente, labios gruesos y facciones marcadas. Era todo lo que alguna vez soñé tener, pero en la situación en la que estoy me es imposible querer a alguien sin obsesionarme peligrosamente.
Un choque de electricidad se creó al darme cuenta que sus ojos se encontraron con los míos. Preferí volver a mi área de trabajo, lo que menos quería era llamar la atención innecesariamente.
Estaba rellenando las vitrinas con los postres. No podía concentrarme, tenía la necesidad de seguir admirándolo, pero podía parecer raro que me quedara viendo a un cliente así. Entonces fue que aquella maravillosa oportunidad se presentó, el jefe no lo vio levantar su mano para ordenar, así que tomé la libreta y me acerqué a él.
—Veo que decidió rápido y como mi jefe no lo vio, yo tomaré su orden ¿Qué desea? —mis labios no tuvieron que forzar una la expresión de felicidad.
Esperé unos segundos pero el contrario tenía la mirada perdida ¿Habrá sido por mi?
—¿Está bien? —pregunté tratando de sacarlo de sus pensamientos.
—Sí, perdón. Quiero los Waffles con helado de almendras, por favor. —sentí como si dijera las cosas en cámara lenta.
—Claro, ahora se lo traigo. —lo anoté en la libreta y me alejé.
¿Se habrá dado cuenta de la mirada que le di antes? Espero que no.
Realicé la orden y se la llevé al instante.
—No es de aquí ¿Cierto? Es la primera vez que lo veo en el café. —pregunté depositando su postre en la mesa.
—Sí, técnicamente llegué hoy. —dijo con una sonrisa en la boca mirando su helado.
—Buen provecho. —solté e hice una corta reverencia.
Eso era todo lo que necesitaba saber por ahora. Efectivamente mis suposiciones estaban en lo correcto, ahora tenía que buscar la manera de acercarme.
Mi turnó terminó antes de lo que pensaba y el chico aún no se iba. Esperé por él, en cuanto se levantó salí por la puerta de atrás, di vuelta al local y lo vi nuevamente, esa brillante cabellera rubia y un maravilloso cuerpo que se divisaba hasta con ropa puesta.
Comencé a caminar tras él a un paso lento y ligero, tratando de no crear sonido con mis zapatos, pero por alguna razón podría jurar que susurró algo. Esa fue mi señal para memorizar el poco camino que había logrado descubrir e irme en la dirección que me correspondía.
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RED (YOONGI POV) |Yoonmin|
Fanfiction❝Yoongi vuelve a su cuidad natal escapando de sus secretos y recuerdos, tenía que empezar desde cero. Cambio su nombre, consiguió una habitación a buen precio y su mismo arrendatario le ofreció un llamativo trabajo en una cafetería que abrió recient...