Cita

719 32 4
                                    

Anna

No se que ponerme, Michele me invito a cenar y hace una hora que estoy viendo mi armario para ponerme algo decente y no encuentro nada.

-Tienes que mantenerte en calma Anna-Maria- digo en voz alta.

Dijo que el me buscaría, por lo que no se donde me llevará; asi que elijo algo cómodo una blusa con unos pantalones y zapatilla, mi maquillaje es lo básico base, un poco de rímel y mi labial favorito.
Cuando termino observo la hora y faltan menos de veinte minutos para que me busque.

"Ya estoy afuera."

Miro el mensaje y agarro mi bolso para encontrarme con el. Cuando ya bajo el esta apoyado en su auto con una camisa y pantalones. Se ve hermoso, me acerco y el me da una mirada de abajo a arriba.

-Estas preciosa Anna- dice sonriendo.

-Tu igual.

-Ven tenemos que irnos para no perder la reservación- me quedo quieta y el lo nota- ¿pasa algo?.

-Voy bien vestida, ¿verdad?- se acerca y una de sus manos se posa en mi cintura mientras me acerca.

-Te vez bellísima y vas muy bien- me besa la frente y me ayuda a subir al auto.

-¿Donde iremos?.

-Sorpresa.

-Dime.

-No, ya falta poco para llegar.

Pasan unos veinte o quizás treita minutos cuando nos detenemos.

-Es el mejor lugar para comer pastas italianas- una sonrisa se asoma en mi rostro.

-Seguro que sí.

-Bien entremos.

-Hola buenas noches, tienen una reservación- pregunta la mujer.

-Sí.

-A que nombre. 

-Michele Morrone.

Ella se dispone a buscar.

-Sí, aquí está. Pase señor Morrone, el camarero lo guiará a su mesa.

-Vamos- su mano va en mi cintura y me guía.

Llegamos a la mesa, es un lugar apartado con una hermosa vista.

-Esta hermoso el lugar Miki.

-Lo se y ademas la comida que hacen es exquisita, probarás la mejor Lasagna de tu vida.

-¿Lasagna?- pregunto ya que lo dijo con su acento italiano que no le entendí bien.

-Lasaña Anna- dice con una pizca de diversión.

-Oh- cuando voy a decir algo mas llega el camarero.

-¿Que van a pedir?- dice el chico que no deja de mirarme

-Queremos el plato principal

-Lasagna para dos, entonces señor- dice anotando todo

-Sí y el mejor vino que tengan.

-Enseguida le traeré su orden.

-Espero y si sea lo mejor que probare.

-Lo mejor soy yo nena- me guiña un ojo y yo aparto la vista.

-No digas esas cosas Michele.

-Se que te gusta que te provoque.

Asi que en esa andamos, bueno pues juguemos.

-Esto podemos jugar de a dos- lentamente paso mi pie por su pierna hasta llegar a donde quería, el se tensa.

-Anna...

-¿Si?- digo y intento poner mi mejor cara de angelito

-Baja tu pie

-¿Mi pie? Solo esta en un lugar cómodo.

-No sera tan cómodo cuando me cobre esto que me estas asiendo- dice y su voz se oye mas gruesa.

-Ya quiero saber mi castigo- justo cuando el va a decir algo llega la comida, rápidamente bajo mi pie y me acomodo mejor en el asiento.

-Gracias- decimos al mismo tiempo y el me mira divertido.

-¿Qué?.

-Estas colorada- dice.

-Mejor empecemos a comer antes de que se enfríe- digo cambiando de tema.

Comemos en silencio y para ser sincera esta riquísimo.

-¿Te gustó?- dice y yo asiento mientras bebo un trago del vino.

-Está exquisito.

-Bueno, ahora el postre.

-Quiero helado.

-Helado será entonces.

El chico viene minutos mas tarde y pedimos nuestro postre que es un helado para dos.
Terminamos de tomar el helado y nos levantamos para irnos, él paga la cuenta aunque haya discutido por eso ya que lo queria ayudar a pagar. Estamos ya en el estacionamiento y me ayuda a entrar al auto.

-Ya quita esa cara yo invito, yo pago- ruedo los ojos.

-Quería solamente ayudar.

-La próxima que me invites pagas tú.

-Sí.

-Ahora andando.

-¿A donde?.

-Tu casa- mi cara debio ser demasiado expresiva cuando el me mira y se ríe.

-¿Que pensabas? ¿Que iriamos a la mía?.

-No... bueno si.

-Sera otro día, acuérdate que mañana tenemos que estar temprano ya que Blanka nos mando a llamar.

-Tienes razón.

El se acerca y me da un beso, me separo un poco.

-Nos pueden ver- susurro, el pasa su mano por mi mejilla.

-Necesitaba besarte, ademas acá no nos verán los paparazzi- esta vez fui yo quien lo beso- si seguimos así no me detendré.

-Vámonos.

El enciende el auto, su mano va a mi muslo mientras que con la otra maneja, en un silencio cómodo llegamos a mi departamento.
Subimos y le digo que pase pero se niega.

-Si entro no saldre en un par de horas de acá asi que mejor no- me acerco a el y enredo mis brazos en su cuello y el en mi cintura- ¿paso por ti mañana?.

-Sí, a las ocho.

Me apoya por la pared y me besa, lo atraigo más a mi y estamos así hasta que el aire empieza a faltarnos, apoya su frente con la mia y susurra:

-A esa hora será, nos vemos- vuelve a besarme y se da la vuelta para irse.













Espero que les haya gustado
Los quiere E

One-Shots Michelle Morrone Y Anna-Maria SiekluckaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora